“Zamora Viva. Plataforma para la defensa del territorio”, creada recientemente con el compromiso de luchar en contra de macroproyectos de renovables que puedan afectar negativamente a la provincia de Zamora, pone de manifiesto su rechazo al desarrollo de nuevos parques eólicos de grandes proporciones situados en Sanabria-Carballeda, comarca muy afectada por este tipo de explotaciones al igual que otras comarcas de la provincia.
La localización se sitúa en zonas tan sensibles como la sierra de Segundera (dentro de la Reserva de la Biosfera Meseta Ibérica) o la sierra de Cabrera (considerada como uno de los principales núcleos de glaciarismo cuaternario en la península ibérica y dentro de la Red Natura 2000). El parque eólico Sierra de la Parada, con 12 aerogeneradores y 55 MW de potencia afectaría a los municipios de Requejo, Hermisende y Lubián; mientras que los parques eólicos Isidoro, Eria y Veleta, que suman 28 aerogeneradores con un total de 160 MW, se situarían en los terrenos municipales de Rosinos de la Requejada, Espadañedo, Muelas de los Caballeros y Justel.
Teniendo en cuenta las descomunales proporciones de estos aerogeneradores de última generación, con alrededor de 200 metros de altura, su colocación afectaría gravemente al paisaje, rompiendo por completo el skyline de la geografía de la provincia, al ser visibles desde decenas de kilómetros a la redonda.
Para “Zamora Viva”, esta industrialización del paisaje, que inevitablemente conlleva la construcción de pistas, la cementación de amplias zonas naturales y un inimaginable tendido eléctrico por territorios casi vírgenes, amenaza seriamente el patrimonio natural, auténtico emblema de la comarca de Sanabria-Carballeda, al tiempo que cercena una posible reversión del fenómeno de la despoblación, al quedar anuladas otras vías de desarrollo compatibles con la preservación del entorno.
Para la Plataforma, resulta inadmisible, además, que el futuro de la provincia se ponga en manos de sociedades limitadas unipersonales, como es el caso de Green Capital Development o Corral Nuevo Generación, que claramente no tienen capital social suficiente para llevar a cabo los proyectos, siendo meros intermediarios del proceso de explotación. A estas sociedades no les interesa el futuro de la provincia y actúan dentro del mercado de valores de manera exclusivamente especulativa, por lo que es previsible que desprecien todos los daños tanto a nivel social o medioambiental que se produzcan.
Resulta chocante que los ayuntamientos firmen contratos “a ciegas” con este tipo de empresas cuya opacidad reside en no saber quién se sitúa detrás y que, a pesar de ser unipersonales, se presentan como corporaciones que desarrollan su actividad en el mercado internacional (América Latina, Asia, África y Europa). Los peligros de este tipo de operaciones suele estar en la letra pequeña en cuanto a cesión a terceros, y podría ocurrir que las grandes empresas del sector eléctrico, que son las que finalmente aprovecharán los recursos, no se vean obligadas a las condiciones inicialmente pactadas, por ejemplo las relativas a la restauración de los terrenos. Tampoco se ha tenido en cuenta las previsibles expropiaciones que se tendrán que realizar, si es que se llegan a aprobar los proyectos, y la pérdida de dominio público que esto conlleva.
“Zamora Viva” considera que se está obrando de manera irresponsable, teniendo en cuenta la volatilidad del mercado de materias primas que es imprescindible para la fabricación de los aerogeneradores en otros países, como puede ser China, y que no se tiene en cuenta la vida útil de las instalaciones, de 20 a 30 años, momento en el que han de ser renovadas, o abandonadas si llega el caso y el mercado de las renovables se vuelve poco rentable, asunto en el que juega en contra, precisamente, las abultadas dimensiones de las palas.
Además, tampoco existe una contrapartida social y económica, más allá del alquiler que reciben los ayuntamientos, que redunde directamente en la población y que logre paliar los efectos negativos de su instalación, tanto en la fauna y flora como en los vecinos, futuros vecinos y posibles visitantes.
Por todo ello, “Zamora Viva” reclama de las administraciones estatal y autonómica un posicionamiento realista, basado en los valores que tiene la provincia, y en concreto la comarca de Sanabria-Carballeda, y que no es necesario mencionar por ser bien conocidos, para dotar a esta comarca de los servicios imprescindibles para fijar población, sobre todo en Sanidad, Educación, Cultura o Servicios Sociales, excluyendo estas descabelladas opciones de nuevo colonialismo que solo consiguen empobrecer aún más nuestros territorios.
“Zamora Viva” dice sí a las renovables, consciente de la importancia de la lucha contra el cambio climático, pero mediante proyectos de bajo impacto y a ser posible de autoconsumo. Califica de salvajada la ocupación de las sierras de Segundera y Cabrera por gigantescos aeorgeneradores y espera que no sean aprobados finalmente, dado el elevado impacto paisajístico y medioambiental que conllevan, para lo cual tiene pensado presentar tantas alegaciones como sean precisas.
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