Entre el frío y la niebla que han cubierto la zona durante la noche de Navidad y también con la llegada del nuevo día, el Zangarrón ha salido este sábado a las calles de Sanzoles para celebrar una tradición que tiene lugar, desde tiempos ancestrales, entre golpes de vergajo y sonidos de cencerros. El quinto Edgar Arribas ha sido el encargado de ponerse la máscara y los atuendos del personaje más emblemático del pueblo en un día de San Esteban especialmente desapacible.

A eso de las ocho de la mañana, tras la ceremonia de la vestimenta del Zangarrón, los quintos han ido a buscar al protagonista a su casa para iniciar su ronda matutina. La comitiva ha recorrido las calles del pueblo para pedir el aguinaldo y escenificar el denominado 'Baile del Niño'. Al terminar la cuestación, han recuperado fuerzas con el tradicional almuerzo antes de dirigirse a la iglesia, para presenciar la misa en honor a San Esteban.

Ya durante la ceremonia religiosa, que ha contado con la presencia de la presidenta de la Diputación, Mayte Martín Pozo, del responsable de Turismo, José Luis Prieto Calderón, y del diputado nacional electo, Fernando Martínez-Maíllo, el Zangarrón ha congregado a numerosos habitantes del pueblo y aficionados a las mascaradas en los aledaños de la iglesia. Allí, ha realizado sus clásicas carreras antes del final de la misa.

Una vez finalizados los oficios, los quintos han bailado la clásica danza delante de San Esteban, que ha salido en procesión a la plaza y que ha sido testigo, como es tradición, de las venias y de la ceremonia en la que el llamado Asador Mayor ha elevado el pesado pendón mientras el Zangarrón reventaba las vejigas que portaba consigo desde por la mañana. 

Posteriormente, los quintos han acudido a la comida llamada del 'mutis', ya que está prohibido hablar, para degustar los platos preparados por sus propias madres. Por la tarde, el Zangarrón volverá a salir a las calles, ya de forma menos ceremoniosa. 

 

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