De la Catedral al Camposanto: historia y simbolismo de la Hermandad más joven de Zamora
La Hermandad que camina hacia el silencio: historia, símbolos y devoción en Zamora
Fundada en 1988, esta Hermandad Penitencial suma ya más de tres décadas de recogimiento, tradición y oración bajo la luz de faroles artesanales y túnicas cistercienses. Su recorrido, que culmina en el cementerio, es uno de los más simbólicos de la Semana Santa zamorana.
Desde su aprobación canónica el 3 de mayo de 1988, la Hermandad Penitencial con sede en la Santa Iglesia Catedral ha consolidado una de las procesiones más sobrias y emotivas de Zamora. Su primer desfile tuvo lugar el 11 de marzo de 1989, y desde entonces ha sumado cerca de 700 hermanos, fácilmente reconocibles por su túnica de una sola pieza, estilo cisterciense, en color hueso, y por portar un farol eléctrico artesanal que ilumina el camino hacia el recuerdo.
Cada hermano luce además un medallón numerado con el anagrama de la Hermandad, colgado del cuello como símbolo de pertenencia y compromiso.
Uno de los momentos más destacados de su recorrido es la llegada al Camposanto de San Atilano, donde los participantes depositan una corona floral y elevan oraciones por los difuntos. Esta Ofrenda Floral representa un emotivo homenaje a todos aquellos que “descansan en la Paz del Señor” y especialmente a los hermanos de otras Cofradías y Hermandades ya fallecidos.
La Hermandad también participa activamente en la Solemne Vigilia Pascual, que se celebra en la noche del Sábado Santo en la Catedral, reafirmando así su papel en uno de los momentos litúrgicos más importantes de la Semana Santa.
Una procesión silenciosa, cargada de simb
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