La espera llega a su fin: arranca la Semana Santa 2025 en Zamora entre novedades y efemérides

Las casas se han convertido en las últimas semanas en museos de Semana Santa particulares. Los cuadros han desaparecido y en su lugar cuelgan túnicas y capas impolutas, listas para volver a sentir la Pasión zamorana. Las puertas también han adquirido una nueva función y ahora se han convertido en un original perchero. Caperuces ubicados en distintos rincones, listos para volver a ser colocados milimétricamente, y horas de búsqueda de guantes, medallas, mantillas, cíngulos…

Punto y final a la cuenta atrás para la Semana Santa en Zamora. Todo preparado, hasta el más mínimo detalle, para vivir once días en los que la ciudad rebosa vida y que este año se vivirá de forma muy especial por muchos motivos.

Nuevos recorridos por la falta de Museo de Semana Santa que obligan a La Borriquita y a la Real Hermandad del Santo Entierro a salir de la construcción permanente de la Plaza de San Bernabé, efemérides que quedarán para la historia como el 50 aniversario de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo del Espíritu Santo o el siglo de la Cofradía del Silencio, el regreso de Luz y Vida, el Vía Crucis y la Cofradía de la Esperanza al renovado Puente de Piedra o el cántico del Miserere de la Hermandad de Jesús Yacente por primera vez en la Catedral, serán solo algunas de las novedades más llamativas en los días que están por llegar.

Ya es Semana Santa 2025 en Zamora y muchos zamoranos cuentan las horas para acudir al traslado del ‘Mozo’ de San Frontis a la Catedral, que dará inicio este Jueves de Pasión y que por primera vez cruzará el Puente de Piedra tras su remodelación, dejando una estampa única y que devolverá a la ciudad esos sentimientos indescriptibles con momentos llenos de reencuentros y experiencias inolvidables. En definitiva, once días por delante para vivir la pasión, muerte y resurrección de Cristo de formas muy diversas.

La ciudad volverá a estar abarrotada con un trasiego continuo de gente que no solo insufla vida a Zamora, también trae un ‘balón de oxígeno’ para muchos sectores, puesto que muchos zamoranos regresan a sus raíces por estas fechas y otros muchos ciudadanos de distintas partes del planeta viven por primera vez, o repiten, esta singular Semana Santa.

Y es que la Pasión zamorana no solo atrae por su vertiente religiosa, que está envuelta en el recogimiento, la sobriedad y el silencio, también las espectaculares obras escultóricas fascinan a muchos y, qué decir de la comida, los platos típicos de estas fechas se unen a los productos de los que puede presumir la provincia, pudiendo disfrutar de grandes placeres para el paladar.

Lo único que no se podrá controlar es el tiempo, que ya hizo de las suyas el año anterior obligando a suspender varios desfiles procesionales, y por ello este año se afronta con aún más ganas. Aunque las previsiones a día de hoy no son halagüeñas y la lluvia amenazará los desfiles procesionales desde mañana Viernes de Dolores y al menos hasta el Martes Santo, todavía los pronósticos pueden cambiar, por lo que de nuevo tocará mirar al cielo cada día y más aún en las horas clave.

Muchos la recomiendan y cuentan maravillas de la Semana Santa, pero lo cierto es que es imprescindible vivirla al menos una vez en la vida para saber de lo que hablan. Llegó el momento.