Fundada por un grupo de estudiantes, sus primeros Estatutos contemplaban preferencia por los jóvenes, menores de 30 años, así como la incorporación de las mujeres. Ello supuso un fuerte rechazo de distintos sectores, incluso eclesiásticos, llegándose a necesitar escolta policial en su primer desfile procesional.
Veinte años después, en 1.988, tras fuertes polémicas protagonizadas por los defensores a ultranza de la tradición cerrada, se consiguió la incorporación con pleno derecho de las mujeres.
En la actualidad tienen iguales derechos y obligaciones que los hombres. Su Sede es el Templo románico de Santa María de la Horta, iniciándose el desfile procesional, a las 12 de la noche del Martes Santo, después de celebrar la Santa Misa, hasta hoy siempre presidida por el Obispo de la Diócesis.
Desde el año 1.983 desfilan siete crucificados que se sitúan ante siete grandes estandartes que reproducen las palabras pronunciadas por Cristo en la Cruz. La hermandad ha alcanzado el objetivo de desfilar con sus propios crucificados.
Unos crucificados que este año cobrarán especial sentido ya que uno de ellos es obra del recientemente fallecido Ricardo Flecha. Entre sus obras dispone también la hermandad de piezas de autores del prestigio como Juan de Avalos, Coomonte, o Fernando Mayoral, además del ya mencionado Ricardo Flecha.
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