VÍDEO | Un siglo de silencio jurado ante el Cristo de las Injurias

La Real Cofradía del Silencio ha recorrido las calles de la capital en el centenario de su fundación

Procesión del Silencio.

Está en la calle el Señor de Zamora y su ciudad calla, se arrodilla, jura y se rinde ante un crucificado imperial que atraviesa las puertas de la Santa Iglesia Catedral con la lúgubre música de un chelo que toca a muerte en el centenario de la fundación. 

Cristo de las tres miradas, de vida, de agonía y de muerte. Dolor en todas sus facciones desde los pies ensangrentados por un maldito clavo hasta sus ojos aún con vida, pero con el reflejo inexorable de la muerte.

La Bomba de la Catedral llama a los zamoranos a prestar juramento ante su Señor misericordioso, aunque injuriado, que promete perdón a quienes no sean capaces de cumplir su promesa. Hermanos de la Cofradía del Santísimo Cristo de las Injurias ¿Juráis guardar silencio durante el recorrido de esta procesión? Si, juramos.

Olor a incienso en la Plaza de la Catedral que se tiñe de rojo para dar paso a un sobrecogedor desfile que hace enmudecer las calles. La sobriedad es la seña de identidad de este Miércoles Santo en Zamora con más de 2.000 hermanos acompañando al Cristo de las Injurias y ante la mirada atenta de cientos de zamoranos y visitantes.

Sin duda, uno de los momentos clave de la Semana Santa de Zamora que ha traspasado fronteras y que crea una gran fascinación, un mar rojo que sume a la ciudad en el más profundo silencio y reflexión.

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