Acusado de abusos sexuales a su hija menor en Zamora capital: los relatos de los implicados y las penas a las que se enfrenta

La Audiencia Provincial de Zamora ha acogido este miércoles el juicio contra un hombre acusado de un delito de abuso sexual continuado a su hija menor por unos hechos que fueron denunciados por la misma en el año 2023, cuando tenía 15 años.

Durante la declaración, la presunta víctima ha resaltado que en 202 vino a España a vivir con su padre, la actual esposa de este y su hermano y la relación con su padre por entonces era buena, relatando que su padre entraba en su cuarto de madrugada dos o tres veces por semana esperando que estuviese dormida y le tocaba los pechos, el culo y la vagina por encima del pijama, señalando que ella estaba despierta pero entraba en pánico y se hacía la dormida.

La joven ha resaltado que no habló con nadie estos hechos hasta que puso la denuncia, cuyo detonante fue en un evento del colegio cuando apareció su padre y dijo que iba a tomar las riendas y se iba a hacer cargo de los castigos, recordando cuando interpuso la misma que esos hechos habían ocurrido una vez en Colombia cuando tenía siete años y los había bloqueado. Así mismo, ha señalado que se sentía mal, que comenzó a subir de peso y que ha necesitado ayuda psicológica desde entonces, yendo aún a terapia en la actualidad.

Por su parte, el acusado, quien ha negado los hechos, ha admitido que de madrugada, cuando se iba a trabajar, entraba en la habitación para despedirse de sus dos hijos, que dormían en la misma cama, si bien ha hecho hincapié en que “nunca” tocó a su hija en las zonas íntimas, pensando que la denuncia viene motivada porque la niña se empezó a descontrolar, él descubrió que bebía alcohol, que fumaba marihuana y se hacía fotos en ropa interior en redes sociales y comenzó a ponerle límites, siendo entonces cuando dijo que iba a tomar las riendas de los castigos, comenzando todo ese mismo día. De esta forma, él ha destacado que piensa que la niña “lo que ha ganado es hacer lo que le dé la gana porque su madre es más flexible y no la controla”.

Tras ellos ha declarado la madre de la niña, quien ha añadido que durante el tiempo que la joven vivía con su padre ella veía que la niña no rendía académicamente, tenía sueño constantemente y quería comer todo el tiempo, estando ansiosa y ella pensaba que era por el cambio. También ha relatado que durante el evento del colegio el padre llegó diciendo que su hija “estaba teniendo comportamientos como una puta” tras ver conversaciones de Instagram con una amiga para después, cuando llegaron a casa de su madre y que la niña le hubiera contado durante el trayecto al domicilio a su hermano los hechos, fue cuando la hija se lo contó instada por el menor. En ese momento, según la madre, la hija le dijo que no había dicho nada porque tenía miedo de que mandaran a su madre a Colombia de nuevo y ella y su hermano se quedaran con su padre.

La actual mujer del acusado también ha prestado declaración y ha manifestado que tenían una buena relación de padre e hija y cuando se entera el padre de los comportamientos que tiene la niña es cuando comienza todo.

Por último, las peritos judiciales que realizaron el informe sobre la víctima, se han ratificado en el mismo han señalado que en esta ocasión no se ha podido realizar una de las partes del protocolo debido a la escasa complejidad del relato, ya que no se aportan detalles suficientes para analizarlo en profundidad, señalando que los aspectos generales son coincidentes en lo que ha venido relatando la niña y que no se garantiza la necesaria fiabilidad y validez en el análisis del testimonio y del relato de los hechos debido a esa escasa complejidad, pues no se puede analizar.

Tras las declaraciones de todos ellos, la Fiscal ha señalado que cree que queda acreditada la comisión de abusos sexuales por la declaración de la víctima y aprovechándose el acusado de la intimidad del domicilio, así como que no existía odio o venganza entre el padre y la menos y el relato cumple los requisitos de verosimilitud, es coherente y no ha variado en ningún momento, por lo que ha solicitado una pena de ocho años de prisión para el mismo.

En la misma línea, el abogado de la acusación ha incidido en que no es un episodio aislado, es una conducta persistente en el tiempo, y la declaración de la joven es firme, coherente y sin contradicciones, además de que el acusado no haya aportado una justificación razonable, por lo que ha solicitado una pena de prisión de 9 años y una indemnización a la víctima de 50.000 euros.

Por último, el abogado defensor ha hecho hincapié en que queda acreditado que en ningún caso el acusado realizase los hechos que se le pretenden imputar, que padre e hija tenían buena relación y que la niña ha entrado en contradicciones desde la fase de instrucción, así como ha señalado que los peritos han tenido limitaciones para analizar la credibilidad y que “es una inventiva de la menor para apartar a su padre que le permite menos e irse con su madre que es más flexible”, concluyendo que no se cumple, entre otras cosas, la credibilidad y la persistencia en el testimonio, aludiendo a la presunción de inocencia del acusado y solicitando la libre absolución del mismo.

Durante su última palabra, el acusado ha señalado que “si pasaba esto desde Colombia, hay que contarlo inmediatamente, no el día que yo le reprendí todo lo que había descubierto”.