Acusado de agresión sexual a una joven en un parque de Zamora capital
Estas son las penas a las que se enfrenta
La Audiencia Provincial de Zamora ha cogido este jueves el juicio contra un acusado de una presunta agresión sexual a una joven por unos hechos que pasaron el pasado mes de septiembre de 2024 en Zamora capital.
Los hechos enjuiciados se centran en que una noche la victima y el acusado se ‘enrollaron’ y la versión de la chica es que no quería ir más allá aunque al final se resignó y accedió, mientras que por parte del joven se argumenta que la relación fue consentida en un parque de la ciudad.
Durante el juicio han declarado amigos de ambas partes, así como la ginecóloga que atendió a la víctima en el hospital, el psicólogo que realiza el seguimiento de la joven, la forense, y la psicóloga de la Junta que presta atención a víctimas de violencia de género, entre otros.
Las amigas han relatado que esa noche la joven había bebido únicamente una cerveza y una copa y se empezó a encontrar muy mal, no acordándose de ciertos aspectos a pesar de haber bebido poco, así como las conversaciones que mantuvieron al día siguiente, yendo la joven al hospital al encontrase con la braga manchada de sangre.
Los amigos del acusado, por su parte, se han centrado en los momentos previos a que la joven y el acusado se quedaran solos, incidiendo en que todo lo que vieron era de cercanía y que ambos querían intimar, así como han negado que pudieran echarle algo en la bebida a la víctima.
El psicólogo que trata a la joven y que lleva haciendo un seguimiento de la misma con anterioridad a los hechos ha relatado que presenta un trastorno de estrés postraumático derivado de hechos anteriores y como consecuencia de esta agresión, que considera veraz sin apreciar simulación, ha incidido en que ha sufrido insomnio y ataques de pánico, así como fobia a ambientes concurridos, así como ha señalado que tiene una personalidad fácilmente manipulable, así como que la joven no tenía intención de denunciar hasta que fue al médico y le dijeron que no la exploraban si no denunciaba.
La forense y la psicóloga se han centrado en las lesiones producidas, con dos erosiones en el introito y en la cara lateral de la vagina que pueden ser compatibles con la introducción de los dedos en la vagina y también con que el pene no entrase, tal y como se reflejaba en una conversación de la joven con sus amigas.
Respecto a esto último, la psicóloga de la Junta ha incidido en que es normal que a veces las víctimas frivolicen con estos temas, así como que la joven cumple con los criterios diagnósticos de trastorno de estrés postraumático, cumpliendo todos los parámetros y compatible con haber sufrido un episodio de este tipo.
Por estos hechos, la abogada de la acusación solicita una pena de 11 años de prisión por agresión sexual, dos años de prisión por coacciones, diez años de libertad vigilada, diez años de alejamiento y 150.000 euros por daños.
Por su parte, el Ministerio Fiscal solicita nueve años de prisión para el acusado, cinco años de libertad vigilada, diez años de alejamiento y 30.000 euros de indemnización.
Por último, el abogado de la defensa solicita la libre absolución incidiendo en que la relación fue consentida y apoyándose además a lo largo del juicio en los whatssapps de la víctima con sus amigas.
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