El fútbol provincial ha vuelto a vivir este fin de semana una nueva agresión a un árbitro zamorano. En este caso, ha sido en el Pabellón Municipal Fernando Marbán, que albergaba el pasado sábado el partido entre el FS Ciudad de Toro y el Atlético Bembibre correspondiente a la vigésima jornada de la Primera División Regional de Aficionados de Fútbol Sala.
El acta, al que ha tenido acceso Zamora24horas, refleja hasta diez amonestaciones y siete expulsiones por parte bembibrense. Las más graves, que fueron claramente motivo de expulsión, las protagonizaron dos jugadores en el minuto 38 “por golpear con su pecho en el pecho del árbitro en varias ocasiones”, según se puede leer en dicho documento.
El encuentro, bronco y que iba 5-3 a falta de 02:56 minutos, fue suspendido por el árbitro, que muestra lo siguiente en el apartado del acta ‘Otras observaciones o ampliaciones a las anteriores’:
“Restando 2 minutos y 56 segundos, dos jugadores del equipo visitante “Bembibre” se van hacia mi persona con todo amenazante, golpeándome con su pecho en mi pecho en varias ocasiones cada uno de ellos, siendo expulsados con tarjeta roja directa ambos jugadores.
En ese momento, todos los componentes de ambos banquillos saltan al terreno de juego invadiéndolo, motivo por el que suspenso el encuentro.
Al dar por suspendido el partido, un jugador y el encargado de material, previamente expulsados, entran en el terreno de juego con la clara intención de agredirme, siendo sujetados por sus compañeros.
El encargado de material corría hacia mí con el puño en alto, fuera de sí. Un jugador avanzaba corriendo por el lado contrario para hacer lo mismo. Sumándose algún jugador más no pudimos identificar ante la situación que se dio en el campo.
El encargado de material tuvo que ser reducido y sujetado por compañeros previamente y después por agentes de la Guardia Civil.
La presencia de la Guardia Civil fue solicitada desde el minuto 10 viendo el comportamiento de muchos de los componentes del equipo visitante y los enfrentamientos verbales entre ambas aficiones que existían en la grada.
Y es en el último punto del acta, ‘Partido suspendido’, donde afirma haber necesitado la ayuda de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para abandonar el recinto deportivo: “La Guardia Civil escolta y acompaña al equipo arbitral a su coche para abandonar el pabellón”, concluye.
Un nuevo espectáculo bochornoso, deleznable y reprobable el que se ha vuelto a vivir en los recintos de fútbol, en este caso de fútbol sala, de la provincia, donde las malas praxis y el nulo respeto al colectivo arbitral, por desgracia, continúan apareciendo.
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