El cansancio y la desolación de los héroes anónimos que trabajan en el incendio de la Sierra de la Culebra

Se juegan la vida ante los incendios más virulentos y peligrosos que se producen a lo largo de toda la geografía española, trabajan largas jornadas día y noche hasta acabar con las llamas y lo hacen en condiciones en las que solo pensar pone la piel de gallina.

Actualmente, trabajan más de 92 medios y 400 profesionales en el incendio de la Sierra de la Culebra que ha devorado ya cerca de 11.000 hectáreas de matorral y pinar. 17 helicópteros, 4 aviones y 2 aeronaves de coordinación trabajan a destajo para acabar con un fuego que mantiene ya a diez localidades desalojadas por la proximidad de las llamas.

Desde que se declarará el incendio, el pasado miércoles, cada vez más y más dotaciones trabajan largas jornadas dejando impactantes imágenes que muestran a héroes exhaustos y al borde de sus fuerzas físicas y mentales, que trabajan para devolver la paz a los vecinos que estos días se mantienen en vilo con la incertidumbre de no saber qué es lo que van a encontrar a la vuelta a sus casas.

Los grandes incendios forestales suponen apenas un 0,5% de los incendios que se producen en nuestro país. Sin embargo, son los responsables de la destrucción de más del 70% de la superfie quemada.

Las dotaciones de bomberos que trabajan en este tipo de incendios, se enfrentan a unas condiciones extremas y peculiares. Por ejemplo, han de estar formadas para saber trabajar en función de la vegetación. Así, las técnicas de extinción difieren según nos encontremos en el sur o en el norte de la península Ibérica.

El viento que azota estos días la Sierra de la Culebra está siendo el peor enemigo de los brigadistas. Un cambio de rumbo puede convertir un incendio relativamente controlado en una trampa mortal.