Para completar el alcance de su investigación, Línea Directa ha querido pulsar la opinión y la percepción social de este fenómeno. Las conclusiones muestran algunos síntomas de mejora, ya que la intención de cometer el fraude se ha reducido a casi la mitad respecto a hace dos años, lo que podría ser un indicio de cierto retroceso de estas conductas al que asistiríamos en los próximos años.
Aun así, miles de automovilistas siguen reconociendo que podrían cometer fraude si supieran que no van a ser descubiertos y la tercera parte lo justifican. Asimismo, existe un mayor conocimiento de las consecuencias legales que conllevan estas prácticas, que los encuestados comienzan a asociar a una situación puntual de necesidad y no a un tema cultural.
Por último, la encuesta arroja una conclusión interesante: en torno el 75% de los conductores zamoranos, un porcentaje muy parecido a la media nacional del 73%, afirma que no tendría ningún problema en denunciar a alguien si obtuviera un beneficio económico directo a cambio, una práctica muy habitual en países como Estados Unidos o Reino Unido.
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