Condenados los siete 'narcos', uno de ellos residente en Zamora, implicados en la 'Operación Almendro'
En su chalé fueron localizados casi 800 gramos de speed valorados en 16.474 euros
La Audiencia de Valladolid ha condenado a un conjunto de penas que suman casi treinta y ocho años de cárcel a siete de los ocho acusados por la 'Operación Almendro', detenidos en mayo de 2024 y que se saldó con la incautación de más de tres kilos de distintas sustancias con motivo de los registros efectuados en la localidad vallisoletana de Laguna de Duero, Madrid y Morales de Toro (Zamora).
La mayor de las condenas ha recaído en Tamara G.T, en total siete años y nueve meses de prisión y multa de 18.673 euros por un delito de tráfico de drogas, en su modalidad de notoria importancia, y tenencia de armas prohibidas; seguida de las impuestas al autor confeso Enrique S.S, que es la pactada con el fiscal de seis años y un día y multa de 16.500 euros, así como los seis años y multa de 3.655 euros a José Ignacio S.C. por tráfico de drogas y grupo criminal, y los cuatro años y seis meses a Javier M.D, Jesús C.M, Alberto G.A. y Kevin dos S.P, en todos los casos con multas también por importe de 3.655 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
En su fallo, la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Provincial ha absuelto a Verónica C.G, quien se exponía inicialmente a una condena de cuatro años y tres meses de cárcel y una multa de 2.000 euros. “En cuanto a la acusación contra ella por su colaboración con Tamara en la venta de sustancia estupefaciente (...), esta Sala estima que no ha resultado debidamente acreditada dicha colaboración”, justifica el tribunal sentenciador.
La fiscal del caso entendía que la prueba practicada a lo largo del juicio constataba que los ocho ocupantes del banquillo se habían “compinchado” para conformar un grupo criminal, cada uno con un papel asignado, para la adquisición y distribución de droga en distintas plazas.
En esa organización, el fiscal atribuía el papel de “cabecilla” a Javier M. (‘Mota’), vecino de Madrid en cuyo trastero la policía se incautó de sustancias, fundamentalmente cannabis y cocaína, por valor de 3.665 euros, mientras que la vallisoletana Tamara G., residente en Madrid pero usuaria de un trastero en Laguna de Duero, donde fueron halladas drogas valoradas en 2.182 euros, sería la “taxista” de la banda. Todo ello con la supuesta colaboración de la también vallisoletana Verónica C., la única absuelta, y del resto de los inquilinos del banquillo, otros cuatro vecinos de Madrid y el residente en Morales (Zamora), en cuyo chalé fueron localizados casi 800 gramos de speed valorados en 16.474 euros.
Sin embargo, los acusados se declararon inocentes. En el caso de Tamara y el supuesto líder de la banda, Javier (‘Mota’), justificaron el hallazgo de las sustancias en sus casas y trasteros alegando que eran para su autoconsumo, dada su condición de toxicómanos.
PARA FUMARSE UNOS “PORROS”
En el caso de Tamara, la acusada explicó que utilizaba el trastero de Laguna para guardar distintos efectos y fumarse unos “porros” con sus amigos, asegurando además que su supuesto papel de “taxista” obedecía a que ‘Mota’ carecía de carné de conducir y ella se había ofrecido a trasladarle a distintas obras. Se desvinculó también de la pistola táser localizada en el trastero, al apuntar que desconocía su existencia, ya que otras personas tenían también la llave del local.
Su amiga Verónica, a la que el fiscal acusó de valerse también del citado trastero para efectuar ventas de droga por delegación, fue la única que respondió a todas las preguntas, no solo de su defensa sino también del fiscal, para rechazar tal incriminación. “He estado en ese trastero acompañando siempre a mi amiga Tamara y lo único que he hecho allí es echar un parlao con ella”, zanjó.
LA DROGA, “MI DEMONIO”
Otro de los encausados, Jesús C.M, vecino de Madrid, indicó que conocía al presunto cabecilla ‘Mota’ y a Alberto G. (‘Pocholo’) porque les había contratado para realizar obras en su casa, y negó dedicarse al tráfico de sustancias, aunque sí confesó su grave adicción a ellas. “Esa drogadicción me ha dejado una minusvalía del 75% por la que percibo una pensión de 500 euros. Tengo antecedentes, pero por robar y pegar a otros para conseguir la droga, que es mi demonio”, lamentó.
El último en tomar la palabra, José Ignacio S.C., se declaró también inocente y apuntó que conocía a ‘Mota’ y ‘Pocholo’ por ser amigos del barrio de toda la vida, recordando además que no fue objeto de registro policial ni se le intervino sustancia alguna en la denominada ‘Operación Almendro’.
También te puede interesar
Lo último