Lo que parecía un pequeño desprendimiento en la tarde-noche de este lunes ha terminado por convertirse en un problema serio para la seguridad ciudadana y ha obligado a los responsables municipales a cortar la calle de la Feria a eso de las cuatro de la madrugada, cuando la caída de cascotes procedentes de uno de los inmuebles situados en esta pequeña vía que discurre a continuación de la calle del Riego ha hecho temer por un posible derrumbe del edificio.
Así lo ha explicado el concejal de Obras, Romualdo Fernández, que ha indicado que "posiblemente haya que abordar el derribo del inmueble" para terminar con los problemas de seguridad. Mientras tanto, el tránsito por la vía está restringido tanto para peatones como para vehículos, una circunstancia que está condicionando el tráfico y que ha obligado a la Policía Municipal a habilitar un desvío por Sancho IV.
EXPEDIENTES PREVIOS
Romualdo Fernández ha subrayado que el inmueble tenía expedientes previos abiertos por culpa de sus desperfectos, aunque no ha sabido aclarar si el dueño había recibido algún requerimiento expreso por parte del Ayuntamiento para llevar a cabo reparaciones.