Una estafa de miles de euros en la compra de terneros: condenados en Zamora

La Audiencia Provincial de Zamora ha dictaminado sentencia condenatoria contra tres acusados como autores de un delito de estafa continuada y falsedad documental tras la compra de numerosos terneros a varios ganaderos de Zamora y Galicia que nunca llegaron a pagar.

Así, tras el juicio celebrado a finales del pasado mes de abril en el que hubo acuerdo de conformidad con dos de los acusados, mientras que el juicio llegó a celebrarse con un tercer acusado, la Audiencia Provincial ha condenado a este último por un delito continuado de estafa y de falsedad en documento mercantil a la pena de tres años de prisión y a multa de 12 meses, con la cuota diaria de 10 euros.

Además, en concepto de responsabilidad civil, este acusado deberá indemnizar conjunta y solidariamente, junto con los otros dos condenados, a siete víctimas más de 42.000 euros.

Cabe señalar que esta sentencia no es firme y cabe recurso para este varón condenado, mientras que para los otros dos acusados, tras llegar a un acuerdo de conformidad, la misma sí es firme. Hay que recordar que la pena acordada para estos es la siguiente, con el atenuante de reconocimiento de los hechos: para uno de ellos, un año de prisión por estafa continuada, y un año de prisión por falsificación de documento mercantil y un año de prisión por falsificación de documento oficial; mientras que para el otro acusado, la pena es de seis meses de prisión por un delito de receptación.

Cabe recordar que los hechos ocurrieron en 2020, cuando la Guardia Civil dio a conocer que se investigaba a tres personas por estos delitos tras la denuncia de varios ganaderos sanabreses, que pusieron en conocimiento que habían sido víctimas de estafa en la compraventa de las reses.

En la intervención realizada en explotaciones ganaderas se localizaron gran cantidad de las reses adquiridas mediante estafa en la comarca sanabresa y en la provincia de Orense, reconocidas por sus propietarios y retornadas a sus legítimas explotaciones.

El modus operandi, según dio a conocer la Guardia Civil en su momento, era el siguiente: una persona desconocida para el ganadero se presenta en la explotación con la intención de comprar reses de ganado joven. Esta persona se hace pasar por un representante de una conocida empresa del sector de la ganadería y de buena reputación, e inicia la compraventa de las reses.

El estafador ofrece un buen precio por cada una de las reses. Una vez cerrado el precio, al día siguiente se presenta para cerrar la operación y entrega al ganadero un comprobante de ingreso en la cuenta por el dinero acordado, que a la postre resulta ser un recibo falsificado, al igual que la factura falsa, que es emitida a nombre de la empresa suplantada.

Otro de los implicados, poseedor de una ganadería, solicita a la Unidad Veterinaria de su zona, crotales identificativos nuevos, argumentando que son para reses nacidas en su explotación. Estos crotales son usados para cambiarlos por los que ya poseen las reses adquiridas mediante la estafa y “legalizarlas” a nombre de la otra explotación.

Por último, las reses son cargadas por el tercer investigado, trasladadas a una explotación ganadera de referencia, desde donde se realizan el resto de transacciones de compraventa del ganado a otras instalaciones ganaderas.