Los trabajadores contra incendios tuvieron que afanarse para extinguir cuatro fuegos en cuatro localidades de la provincia. El punto en común de los cuatro, que todos fueron provocados por la mano del hombre de manera intencionada.
El que más superficie quemada tuvo fue el San Martín del Pedroso, un incendio que los Servicios de Extinción llevaban varias horas controlando y que afortunadamente pudo extinguirse por completo a las ocho y media de la tarde tras cuatro hectáreas y media de matorral quemadas.
Menos graves fueron los provocados en Quiruelas de Vidriales y en San Vitero. El primero apenas se quedó en un pequeño conato y el segundo afectó a 300 metros cuadrados de pasto.
Por último, un agente medioambiental y una dotación de bomberos municipal tuvieron que actuar rápido para evitar que el fuego se propagase en Pobladura del Valle. Tras casi una hora de trabajo lograron frenar las llamas cuando llevaban devoradas casi dos hectáreas de pasto.
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