La Guardia Civil confirma que el cadáver encontrado en el Salto de Castro es el del desaparecido hace diez días

 La Guardia Civil confirma que el cadáver encontrado en el Salto de Castro es el del desaparecido hace diez días
La Guardia Civil confirma que el cadáver encontrado en el Salto de Castro es el del desaparecido hace diez días
La investigación de la Guardia Civil comenzó cuando se tuvo conocimiento de que había un vehículo estacionado en los alrededores del mencionado puente, con las ventanillas abiertas y las llaves puestas en el contacto el pasado día 17.

La Guardia Civil de Zamora comienza entonces con las gestiones de investigación sobre los últimos movimientos del desaparecido y se pone en contacto con sus familiares. Simultáneamente se implementa un dispositivo de búsqueda por parte de las Unidades Territoriales de la Guardia Civil y por el Grupo Cinológico perteneciente a la Zona de Castilla y León, con base en la comandancia de Zamora, reconociendo ambas orillas.

Lo escarpado del lugar impedía un reconocimiento efectivo de la zona, además se pudo saber con ayuda de la colaboración ciudadana, que la persona desaparecida había estado deambulando por la zona el día anterior. Por este motivo los perros de rastreo no pudieron seguir un rastro eficaz, moviéndose por diferentes puntos del entorno.

De esta forma la búsqueda se convierte en inminentemente acuática, efectuando rastreos por el agua, además del Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) con base en Valladolid, también una embarcación que posee el SEPRONA de la Comandancia de Zamora (cedida por la Confederación Hidrográfica del Duero).

En este dispositivo de búsqueda, el GEAS ha realizado un total de 14 inmersiones (para lo cual han invertido 294 minutos), llegando a alcanzar una profundidad máxima de 32 metros, que debido a la profundidad del cauce y la altitud a la que se encuentra el lugar de búsqueda, se ven incrementados hasta los 36 metros según el cálculo de tablas. Por estos dos motivos los buceadores se ven obligados a realizar las inmersiones entrando en descompresión.

Constituye también un peligro la propia orografía del terreno, que es una copia bajo el agua de lo que se puede observar en tierra, con grandes bloques de piedra que pueden variar su profundidad desde los 32 metros hasta los 8, convirtiéndose en un arduo trabajo, pues el cabo que guía a los buzos, en ocasiones se queda trabado entre los bloques de piedra o de repente se pierde en el abismo.

Tras las horas de inmersión y el rastreo del fondo en los alrededores del puente, se llega casi al convencimiento de que el cuerpo no se encuentra en la zona próxima al mismo.

Como ya se ha señalado anteriormente, la zona es muy escarpada imposibilitando un efectivo reconocimiento desde tierra, por lo se contó con el apoyo de la unidad de helicópteros con base en León, que como en anteriores ocasiones desplazó desde su base hasta la zona de los hechos un helicóptero para el reconocimiento de las laderas, dando resultado negativo.

Conocedores de la dinámica de este tipo de casos, se supuso que el cuerpo del desaparecido podría estar a punto de emerger a la superficie, siempre que no se viera impedido por alguna roca y otro tipo de material existente en el agua. Por tal motivo se continuó con la búsqueda en superficie por parte de la embarcación del SEPRONA.

Independientemente del resto de unidades que operaban en la zona, se solicitó la presencia de la Unidad Canina de búsqueda de cadáveres sumergidos, con base en el Centro de Adiestramiento de Perros de la Guardia Civil de El Pardo (Madrid), habiendo sido autorizada su presencia para el día de hoy, lunes.

Estos animales, a bordo de embarcaciones, son capaces de detectar cadáveres que hayan iniciado su descomposición y marcar el sitio donde más fuerte es ese olor, para posteriormente realizar en la zona una búsqueda por parte del GEAS.

El GEAS y SEPRONA de la Guardia Civil han realizado en conjunto un total de 16 búsquedas en superficie con barca, empleando 690 minutos de navegación.

Éste procedimiento se realiza en primer lugar (antes de las inmersiones), consistiendo en un reconocimiento de los márgenes del embalse con una embarcación, realizado por componentes del Cuerpo de las dos especialidades.

Precisamente una de estas inspecciones llevó sobre las 11.30 horas del día 26 de octubre de 2014, después de 9 agotadores días de búsqueda, a la localización del cuerpo sin vida del desaparecido por componentes del SEPRONA de la Guardia Civil de Zamora, 800 metros aguas abajo del citado puente.

El cadáver se encontraba semisumergido en el margen izquierdo aguas abajo del embalse de Castro de Alcañices. El cuerpo sin vida de la persona era arrastrado por la corriente y de no ser localizado en ese preciso momento hubiera sido muy difícil volver a verlo, pues acabó incrustándose en una gruta existente entre las rocas, de la cual tuvo que ser rescatado por personal del GEAS de la Guardia Civil, tras dar cuenta a la Autoridad Judicial y proceder al levantamiento del cadáver. Posteriormente fue transportado en la embarcación de los GEAS hasta la presa del embalse de Castro, desde donde se trasladó a la capital zamorana.

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