Durante la práctica de la prueba de alcoholemia, el referido conductor daba a entender a la Patrulla de la Guardia Civil que iba a prender fuego al monte como venganza por ser sometido a la prueba de la alcoholemia. Los Guardias Civiles no hicieron caso a las amenazas y momentos después observaron como se agachaba hacia la hierba seca de la pradera y ésta comenzaba a arder, repitiendo esta operación unos metros más adelante. Inmediatamente uno de los Guardias Civiles se dirigía al foco de las llamas con un extintor, mientras el otro interceptaba al presunto autor del incendio, encontrándole en el bolsillo un mechero que aún estaba caliente.
El incendio no pudo ser sofocado por la Pareja de la Guardia Civil, teniendo que pedir apoyo a los medios de extinción, que consiguieron apagarlo media hora más tarde.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios