Promover las carreteras significa, por tanto, apoyar de forma clara a las personas que trabajan en ellas y por ellas. De esta evidencia nacieron hace más de cuarenta años –en 1966- las Medallas de Honor de la Carretera, unos galardones cuya única pretensión es otorgar un reconocimiento público a todos los hombres y mujeres que, a pie de obra o desde sus despachos y oficinas, luchan cada día por unas vías seguras y de calidad.
Desde aquel, ya lejano, 1966 muchos han sido los galardonados. Personas que han sabido demostrar su capacidad técnica y su entusiasmo en el trabajo: peones camineros, médicos, miembros de Cruz Roja, guardias civiles, altos cargos de la Administración, directivos de empresas... Todos ellos han hecho suya, de forma voluntaria y altruista, la leyenda impresa en el dorso de las Medallas: "Mejores carreteras para un mundo mejor".
En la actualidad se otorgan las siguientes categorías de Medallas: Medalla de Oro, Medalla de Plata, Medalla al Mérito Internacional, Medalla con Mención Especial y Medalla de Honor. Este pasado jueves la Asociación Española de la Carretera entregaba las medallas de esta nueva edición.
Entre los galardonados estaba el motorista de la Agrupación de Tráfico fallecido en Barbastro en acto servicio en el mes de marzo. José Antonio Pérez era natural de Zamora y perdía la vida al ser atropellado por un vehículo que trató de darse a la fuga cuando el guardia civil le dio el alto.
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