El pasado fin de semana, primero con el toque de queda hasta las diez de la noche, ha dejado un balance de gran trabajo para las Fuerzas de Seguridad de la capital y la provincia, multiplicándose por 10 el número de denuncias por grupos reunidos respecto a semanas anteriores, elevándose hasta 34 las sanciones.
Entre las intervenciones más destacadas se encuentra la disolución de una fiesta ilegal en un establecimiento de Zamora capital, tras la llamada de un vecino alertando del ruido a las 22.00 horas. La fiesta se estaba llevando a cabo en un local hostelero, que se encontraba cerrado desde hacía ya tiempo. Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Policía Local y la Policía Nacional, sin que haya trascendido el nombre de dicho local.
Una vez en el interior del local, los agentes se encontraron a cuatro personas. Sin embargo, las investigaciones llevadas a cabo por la Policía esclarecen que en momentos previos a la intervención policial, el número de personas que se encontraban en el interior del local era muy superior.
Sin embargo, esta no ha sido la única intervención llevada a cabo el sábado noche, ya que la Policía Municipal intervino otra reunión ilegal. En este caso, también fue la llamada de un vecino la que alertó a los agentes. Se informaba de ruidos que procedían de la entreplanta de un bloque en el centro de Zamora. La Policía Municipal procedió a personarse en el lugar junto con varios agentes de la Policía Nacional y los bomberos.
Estos últimos puestos en aviso ante la posibilidad de una negativa a abrir la puerta del lugar. Una vez dentro, los agentes descubrieron una reunión de seis personas, tres hombres y tres mujeres, que fueron sancionaros por sobrepasar el número límite de personas reunidas.
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