Sergio, un joven zamorano de 20 años, había quedado este sábado para vender su vehículo con dos particulares. Según declaraciones del afectado a este diario, los dos interesados en la compra del vehículo habían contactado con él a través de MilAnuncios, portal de venta online donde Sergio había publicado el anuncio de venta de su turismo. Ambas partes concertaron la cita presencial para comprobar el buen estado del coche y finalizar la transacción a las 18:00 horas del sábado en el Centro Comercial Vista Alegre.
Sin embargo, los interesados en la compra del coche se habían equivocado de ubicación y se encontraban en el Centro Comercial Valderaduey. Tras el pequeño malentendido, Sergio se desplazó hasta el lugar donde se encontraban ellos, junto a la gasolinera del Eroski. Ellos, "unos chavalines de 20 años" venían andando y, tras el primer contacto, los tres se montaron en el Opel Astra OPC negro para dar una vuelta.
Conducía un chico de 1’70 metros de altura, moreno y delgado. Vestía un chándal gris y llevaba gafas "de culo de vaso, como si tuviera muchas dioptrías". De copiloto, Sergio. Y atrás, el otro joven, algo más bajo y fuerte "que no pronunció ni una sola palabra" en todo el trayecto recorrido por la carretera Villalpando. Una vez comprobado el buen estado del vehículo en ruta, los tres regresaron al aparcamiento del Centro Comercial Valderaduey. Los supuestos compradores querían revisar entonces el estado del motor. Sergio se bajó. Ellos huyeron con el coche.
Inmediatamente, la víctima llamó a la Guardia Civil y a la Policía Nacional así como a varios de sus contactos para tratar de interceptar la marcha del vehículo. Pese al amplio operativo desplegado intentando bloquear todas las salidas de la ciudad, el vehículo logró darse a la fuga. La última vez fue visto en el término municipal de Carbajales.
Da la casualidad, además, de que el turismo se había visto implicado hace tan solo un mes en un accidente provocado por la fauna en la N-631, cuando un ciervo se le cruzó a la altura de Pozuelo de Tábara. El joven terminaba de arreglar los daños materiales causados. “Estaba recién salido del taller”, lamenta la víctima del engaño, quien ya da por perdido el coche.
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