Tras la "discreta y minuciosa investigación" llevada a cabo por los agentes, se concluye que el fallecimiento se produjo como consecuencia de un "desafortunado accidente" cuyas concretas circunstancias "deberían quedar reservadas al más estricto ámbito familiar, por respeto a los integrantes del mismo".
En este sentido, el atestado elaborado por el Grupo Unidad de Familia y Mujer de la Policía Judicial señala que "no se han obtenido indicios de criminalidad". Una conclusión ratificada por el informe médico forense que "ninguna clave ofrece en este sentido".
Cabe recordar que el suceso se produjo en la madrugada del pasado 30 de enero, cuando en torno a las seis de la mañana la Policía recibió un aviso alertando de que una niña estaba tendida en la acera de la calle Arapiles, en el barrio de los Bloques. La víctima vivía en el cuarto piso del inmueble y cuando los agentes llegaron al lugar del siniestro tras la llamada de un ciudadano que encontró el cuerpo sin vida, las ventanas del piso estaban cerradas.
Sin embargo, tras la investigación, se entiende que "no existen indicios racionales de haberse perpetrado delito alguno". Por todo ello, se acuerda "el sobreseimiento libre de las actuaciones de conformidad con lo previsto en el artículo 637 del Código Penal".