"Llegó la policía y nos dio una hora para salir. Hemos vivido momentos de mucha tensión y mucho miedo"

El humo lo cubría todo. En cuestión de minutos, decenas de familias de Rábano, Murias y otras localidades de Sanabria tuvieron que dejar atrás sus casas, recoger lo imprescindible y subirse a los autobuses que los llevaban a Benavente. Allí, en el campamento instalado en el centro de transportes, han pasado la noche más larga.

“Es la primera vez que paso una situación como esta. Nos desalojaron por el humo, pero nos han dicho que el fuego no ha llegado a las casas”, cuenta Gustavo, vecino de Rábano de Sanabria, mientras trata de mantener la calma.

La alcaldesa de Benavente, Beatriz Asensio, confirmaba que en las instalaciones permanecen unas 160 personas: “Ya hay vecinos que han contactado con familiares o que han encontrado alojamiento en hoteles, pero todavía queda mucha gente aquí. Para los niños hemos buscado una alternativa con monitores para que el día sea más llevadero”.

Entre los testimonios, el miedo es una constante. Una vecina de Murias recuerda el momento de la evacuación: “Llegó la policía y nos dieron una hora para salir. Corrimos a meter cuatro cosas en el bolso: las pastillas, la documentación y poco más. Mucha tensión, mucho miedo”.

Aun así, entre la incertidumbre surge la gratitud. “Aquí nos están atendiendo divinamente, favorablemente y nada más”, añade la misma vecina, intentando esbozar una sonrisa en medio de la angustia.