Eso sí, pese a estar controlado, el foco permaneció activo varias horas después. Una vez extinguido, los medios de extinción han podido cuantificar los daños y han determinado que han sido 48,8 las hectáreas quemadas de matorral en esta localidad zamorana. Todo en un incendio que según las investigaciones ha sido intencionado.
Para su extinción han trabajado un técnico, cuatro agentes medioambientales, un helicóptero de la base de Villardeciervos, otro de la base de Requejo, otro de la base de Villaralbo, una aeronave de comunicaciones y observación (ACO) de la base de Matacán, dos Avión de Carga en Tierra de Rosinos, un avión anfibio de Matacán, tres cuadrillas helitransportadas, dos bulldozer, dos cuadrillas de tierras, dos autobombas, una dotación de bomberos de la Diputación Provincial y una Unidad móvil de Meteorología y Transmisiones.
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