La Audiencia Provincial de Zamora ha acogido este lunes el juicio contra cuatro jóvenes acusados de un delito de tráfico de drogas por unos hechos ocurridos en octubre de 2021 en Zamora capital cuando la Policía Nacional, mediante un registro a los jóvenes, encontró un bote con 196 pastillas de una vez analizadas resultó ser MDMA, y 550 euros en metálico.
El Ministerio Fiscal ha llegado a un acuerdo de conformidad con uno de los acusados, el que portaba el bote con la droga, por el que se le condena a dos años de prisión y una multa de 2.500 euros con responsabilidad subsidiaria de tres meses de prisión en caso de impago aplicando los atenuantes de drogadicción, siendo este consumidor, y circunstancia analógica de reconocimiento de los hechos.
Tras el acuerdo, han comenzado a declarar los otros tres acusados, dos de ellos señalando que no conocían que el primero tenía las pastillas, y negando que el último de los jóvenes les vendiera las mismas, destacando que ese día los agentes solo detuvieron al que poseía la droga y reconociendo que en su primera declaración mintieron a instancias de su abogado: “El anterior abogado nos dijo que dijésemos que las pastillas eran de los tres, que era consumo compartido, para que se repartieran y así solo nos caía una multa”, han incidido.
En cuanto al cuarto joven, este ha declarado que se conocían pero que no eran amigos y que él no vende pastillas ni se las vendió a los otros tres jóvenes.
En el juicio también han declarado los policías que intervinieron en el momento de los hechos, señalando que el primer joven no dijo nada y fue detenido porque portaba la droga mientras que a los otros tres chicos en ese momento se les identificó y se les dejó marcharse a sus casas.
Ante estos hechos, la Fiscalía ha solicitado una condena de cuatro años de prisión y una multa de 7.425 euros para cada uno al ser sustancias que causan grave daño a la salud, resaltando que hay una contradicción directa entre la declaración de los acusados con la de la Policía puesto que en un primer momento además manifestaron que las pastillas se las habían comprado al cuarto joven entre los tres y luego cambiaron su versión, así como hay unas conversaciones de WhatsApp que serán valoradas por la sala aunque los abogados han pedido que esta prueba sea impugnada porque no se sabe la veracidad de las mismas.
Por su parte, los abogados de los tres jóvenes han solicitado la libre absolución para cada uno de ellos señalando que ninguno de ellos era sabedor de que el primero tenía esas pastillas, que no las compraron entre tres y el cuarto no fue el que las vendió, así como que se ha aclarado el motivo del cambio en sus declaraciones y no hay ninguna prueba de que la droga fuera de los cuatro, habiendo admitido el primero que la droga era suya y que no hay indicio de que la autoría se pueda extender a los otros tres.
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