Ante la gravedad de los hechos y la difusión mediática que alcanzó la situación, la Dirección Provincial de Educación salía dos días después al paso de la noticia. Fernando Prada, director provincial de Educación, reconocía la existencia de la denuncia en la Guarida Civil. Prada explicaba los hechos, pero se mantenía cauto en sus declaraciones: “Hay que ser muy cuidadosos con este tema porque es muy serio. Ante todo hay que darle la presunción de inocencia, como a cualquier ciudadano y la investigación se está llevando de la forma más discreta posible”, comentaba.
Además, según el entorno del denunciante, el profesor en cuestión ya había tenido episodios similares, un extremo que Fernando Prada negaba: “Todos los informes que tenemos de este profesor son modélicos. El propio centro nos manifiesta que es la primera vez que tiene constancia de estos hechos y que el profesor es un ejemplo de convivencia. Por lo tanto, prevalece la presunción de inocencia y a partir de ahí partimos en la investigación”.
También durante esos días, el centro educativo emitía un comunicado asegurando lo siguiente: “lamentamos profundamente la ligereza irresponsable de los medios de comunicación a la hora de juzgar públicamente a un profesor cuya conducta y profesionalidad hasta la fecha han sido intachables”, aseguraban; a la vez que generalizaban diciendo que lo que pretendían los medios de comunicación no era informar, sino llevar a cabo una práctica “sensacionalista” que “constituye una ataque injustificado contra la dignidad del profesor”.
Lo cierto es que después del proceso jurídico, en las últimas horas el Juzgado número 6 de Zamora condenaba al profesor a abonar una multa de 240 euros y una indemnización de 210 euros al alumno por falta de lesiones. Pese a todo, aun cabe recurso de apelación contra la sentencia.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios