Teniendo en cuenta que los datos cuantitativos no reflejan la diferencia real en la criminalidad que puede existir entre provincias debido a la fluctuación de población entre unas y otras zonas de la región, el Ministerio del Interior viene utilizando en los últimos años lo que se denomina tasa de criminalidad. En este caso se calcula el número de delitos y faltas cometidas por cada 1.000 habitantes. Así, se conoce el coeficiente real de criminalidad sin que el número de habitantes desvirtúe los datos.
De esta forma, en el Balance de Criminalidad correspondiente al año 2015 que presentaba en las últimas horas el Ministerio del Interior se refleja que la tasa de criminalidad se sitúa en 43,7 delitos y faltas por cada 1.000 habitantes en España, siguiéndose la tendencia general descendente de los últimos años. Algo similar ocurre en la provincia de Zamora, que salvo alguna excepción, por lo general los últimos años siempre han arrojado datos positivos en cuanto a criminalidad se refiere.
Si se comparan las tasas de criminalidad, la provincia de Zamora sale muy bien parada, ya que se mueve en torno a 24 delitos por cada 1.000 habitantes. Un dato tremendamente positivo si se tiene en cuenta la tasa estatal que llega hasta los 44 delitos. Igualmente es un buen dato en comparación con el resto de provincias de Castilla y León. Así, solo Palencia tiene menos tasa, moviéndose en los 23 delitos por cada millar de vecinos en la provincia. El podio de estas tasas más bajas de la región lo cierra Soria, que está prácticamente en los 25 delitos.
En la zona central aparecen Segovia, Salamanca, Valladolid y Ávila, todos ellos rondando los 29 delitos por cada 1.000 habitantes. Mientras que las provincias con una mayor tasa de criminalidad resultan ser Burgos, con 30 delitos, y León, que roza los 32.
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