Reyerta a puñaladas con varios implicados en un pueblo de Zamora: no habrá cárcel para ninguno de ellos

La Audiencia Provincial de Zamora ha acogido este martes el juicio contra cinco acusados de delitos de tentativa de homicidio y lesiones fruto de una reyerta con puñaladas ocurrida en 2020 en Benavente.

No obstante, durante el juicio se ha llegado a un acuerdo de conformidad y cuatro de los acusados se han mostrado de acuerdo con penas de lesiones agravadas al utilizarse arma blanca, después de que el abogado haya hecho ver que no había intención homicida, dando lugar a una rebaja de la pena a dos años de prisión para cada uno de ellos. Esto permitirá la suspensión de la pena de cárcel durante la ejecución de la sentencia, debido a que no cuentan con antecedentes penales (y si tienen alguno, no es computable).

Con el otro acusado también se ha llegado a un acuerdo por un delito de resistencia a la autoridad, con una condena de cuatro meses de multa con una cuota diaria de 4 euros.

La juez ha relatado los hechos en presencia de todos los acusados, señalando que una tarde de julio de 2020 dos hermanos fueron a comprar droga al domicilio de un matrimonio de la localidad, donde estaban el matrimonio, su hijo, su hija y la pareja de su hija, produciéndose un forcejeo entre la pareja de la hija y uno de los hermanos, que abandonaron posteriormente la vivienda.

Poco después, los hermanos regresaron con una tercera persona y, de nuevo en el domicilio, uno de ellos asestó una cuchillada a la mujer del matrimonio, quien avisó a gritos al resto de familiares. El marido salió y golpeó a uno de los hermanos con un bastón, mientras que el hijo también intervino y lo golpeó con un machete.

Durante estos hechos, la madre y la hija salieron de la vivienda portando cuchillos de cocina que repartieron entre los familiares, y todos ellos acuchillaron al hermano varias veces con ánimo de acabar con su vida, mientras que la madre y la hija acuchillaron también al otro hermano.

El tercer hombre que había acompañado a los hermanos se encontraba en su coche y pudo auxiliarlos y trasladarlos al hospital.

Ya en el hospital, uno de los hermanos, el que se encontraba menos grave, empezó a gritar a los agentes y golpeó en el pecho a uno de ellos, huyendo después del centro y siendo localizado posteriormente.

Como consecuencia de estos hechos, todos los acusados sufrieron lesiones, por las que ninguno ha reclamado en este juicio, teniendo únicamente que hacer frente a las facturas emitidas por el Sacyl derivadas de la atención médica a los hermanos: una de 6.220,41 euros y otra de 2.081,41 euros.