Castilla y León fue la cuarta comunidad con más menores (14 a 17 años) condenados por cada 1.000 habitantes, ya que registró una tasa de 10,9, frente al 7,9 de media nacional. Además, la región sumó 879 jóvenes condenados, el 6,2 por ciento del total nacional (13.981).
En el caso de la provincia de Zamora, el dato es positivo, teniendo en cuenta que el número de menores condenados fue de 65, mientras que tan solo un año antes esa cifra estaba en los 105 menos. Hay que apuntar que el Instituto Nacional de Estadística considera menores a los jóvenes de entre 14 y 17 años. De esos 65 menores condenados, 47 fueron hombres y 18 fueron mujeres. Mientras que por edades, 5 tenían 14 años, 13 poseían 15 años, 21 contaban con 16 años y 26 sumaban 17 años.
Los datos también muestran que de esos 65 menores condenados, 57 eran españoles y 8 eran de nacionalidad extranjera. Además, de esos 65 menores, un total de 14 fueron condenados por más de un delito o falta. En su gran mayoría, los menores fueron condenados a una libertad vigilada y sobre todo a realizar trabajos en beneficio de la comunidad.
Por tipología del delito, los de mayor incidencia fueron los robos, los delitos de lesiones y los delitos de torturas y contra la integridad moral. Entre las faltas, las más frecuentes fueron las realizadas contra las personas y contra el patrimonio.
El estudio del Instituto Nacional de Estadística también refleja el número de condenas a adultos. En el caso de la provincia de Zamora ese número se rebaja hasta los 698 condenados en el año 2015, por los 801 que se registraron en el 2014.
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