El Real Burgos entiende que el partido de la jornada 32 de la pasada liga no debió aplazarse y que el cambio de fecha les perjudicó. Ante eso, impugnaron ese aplazamiento ante la justicia ordinaria y ahora piden que la Territorial y la Nacional atiendan su caso, se tomen medidas cautelares, y puedan jugar este nuevo curso en Tercera, después de descender en el campo, forzando a un Grupo VIII de Tercera División con 21 equipos.