El grupo de investigación de Neuroquímica de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha demostrado que el resveratrol, una molécula presente en algunos alimentos como el vino tinto, podría tener un efecto neuroprotector frente a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Un estudio del King's College de Londres ha descubierto que las personas que beben vino tinto tenían una mayor diversidad de microbiota intestinal (un signo de salud intestinal) en comparación con los bebedores de vino no rojo, así como una asociación con niveles más bajos de obesidad y colesterol 'malo'.