CGT califica el MIR educativo como "una cortina de humo para tapar las carencias del sistema educativo"

Denuncian que “sin duda las personas docentes que pasen por ese MIR milagroso estarán dotadas de la capacidad de disminuir la ratio de alumnado por clase, podrán atender al alumnado con necesidades especiales a la vez que prestan atención a una clase superpoblada, teniendo en cuenta, eso sí, cada uno de los miles de estándares y competencias que habrán preprogramado y todo esto, además, en dos o tres lenguas”.

Alumnos en un aula. Archivo
Alumnos en un aula. Archivo

Ante las declaraciones del ministro Méndez de Vigo pidiendo un MIR educativo “para prestigiar la labor docente”, desde CGT se preguntan si tal propuesta significa que la labor docente está desprestigiada o si el ministro sugiere que las personas que ejercen dicha función carecen de las habilidades necesarias para ejercerla.

“Más bien parece una mera cortina de humo para tapar las graves carencias de nuestro sistema educativo, carencias de las que la administración y solo la administración es responsable” respaldan desde el sindicato.

Sin embargo, a tenor de las declaraciones del Ministro, desde CGT deducen que Méndez de Vigo opina que los problemas por los que “nos hace pasar la banda que él encabeza tienen como principio y fin la labor docente”.

Así, denuncian que “sin duda las personas docentes que pasen por ese MIR milagroso estarán dotadas de la capacidad de disminuir la ratio de alumnado por clase, podrán atender al alumnado con necesidades especiales a la vez que prestan atención a una clase superpoblada, teniendo en cuenta, eso sí, cada uno de los miles de estándares y competencias que habrán preprogramado y todo esto, además, en dos o tres lenguas”.

Desde el propio sindicato se preguntan a través de un comunicado en qué consistirá ese MIR y creen que, además de la prueba de la oposición, a la que califican de “selectiva”, la solución que aportará la prueba del MIR será dificultar más el acceso a la carrera docente.

CGT compara el MIT con “un trasunto del sistema de acceso a la docencia alemán”, en el que el aspirante es tutorado durante dos años pro un profesor que supervisa las clases y pruebas que realiza. Un sistema que para CGT parece más racional pero en el que observan dos defectos: “No creemos que las instituciones recortadoras asuman: en primer lugar el profesorado tutor asume tal responsabilidad si sus horas de docencia son rebajadas a la mitad, lo cual supondría un claro encarecimiento del sistema de acceso; y en segundo lugar, eso supondría que la inspección tendría que realizar un trabajo del que, seamos claros, a día de hoy no tiene ni idea, puesto que en la mayoría de los casos, como buenos inspectores “accidentales” que son, se limitan a ejercer de comisariado político

“¿Estará dispuesta la administración a invertir dinero en formación y a aliviar el control político-institucional que ejerce con mano de hierro?” se preguntan desde CGT, a lo que ellos mismos se contestan como “no muy probable viendo en lo que han quedado anteriores reformas grandilocuentes” y temen que “todos estos aspavientos se reducirían a un par de años en los que a los profesores en prácticas se les pagaría menos y los tutores harían el trabajo poco menos que por la cara.

Lo que parece más probable para el sindicato es “que este sea un globo-sonda más que se quede en agua de borrajas para distraer la atención del hecho de que seguimos recortados desde el decretazo de 2012 y para escurrir el bulto de su propia responsabilidad, cargando el peso del deterioro de la educación pública sobre las espaldas del profesorado”. Unas espaldas que para CGT ya están “agotadas de cargar con el doblado peso de una educación pública deliberadamente depauperada por sus responsables políticos nacionales y regionales y por el insulto y el escarnio público”. Unas escarnio público que, finalizan, “colabora a agravar algo más el mal que dicen querer sanar: el prestigio profesional del profesorado”.

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