La Hermandad de Jesús en su Tercera Caída recibía este lunes a sus nuevos hermanos. La iglesia de San Lázaro ha sido testigo de la entrada de los 61 nuevos cofrades que recorrerán las calles el próximo Lunes Santo portando al cuello la insignia de la Hermandad que los bautiza como nuevos hermanos cuando se cumplen 76 años desde el primer desfile procesional. Un acto que ha estado marcado por la emoción de los más pequeños al recibir tal distintivo.
Y es que, la Semana Santa se vive desde la más tierna infancia, tanto es así, que el nuevo hermano más joven vivirá el Lunes Santo con tan solo dos meses de vida. Un pequeño cofrade que se verá arropado por el resto de la Hermandad donde no solo estrenarán fila los más pequeños si no que también han sido varios los que formarán parte del desfile ya en la madurez.
Una nueva entrada de más de medio centenar de nuevos hermanos que sienta las bases de una futura generación que continuarán iluminando la Plaza Mayor mientras 'La muerte no es final' pone la banda sonora a la pasión de un Hermandad que roza ya casi el siglo.
A tan solo dos lunes de que el raso blanco y negro tiña las calles del sentir del dolor de Jesús en su Tercera Caída cuya expresión, fruto del arte de Quintín de Torre Berasategui, los nuevos hermanos regresaban a casa con medallón al cuello a la espera de convertirse en hermanos de fila, dejando atrás a ese hermano de acera que disfrutó en su día de la vista del recorrido, o que quizá nunca llegó a verlo, y podrá portarlo en primera persona.
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