Ha sido una madrugada de estupefacción en Castrogonzalo. Esta localidad zamorana asistía con incertidumbre primero a la desaparición de una joven de 33 años, que salía a pasear a media tarde y ya no regresaba a casa. Después vivía en vilo en el proceso de búsqueda. Y por último, acogía con pesar y conmoción la noticia del hallazgo del cuerpo de la joven.
Tras ese hallazgo, que se producía en torno a la una de la madrugada del jueves al viernes, el protocolo se activaba, máxime cuando los primeros indicios podrían indicar que se trata de un homicidio ya que la joven presentaba signos de violencia. El cuerpo se encontraba en un pronunciado terraplen, junto a una gran antena de telecomunicaciones, al lado de una nave de residuos de la Junta de Castilla y León.
Hasta allí se desplazaron varias dotaciones de la Guardia Civil, Guardia Civil judicial, Guardia Civil de criminalística, el forense, la jueza y la secretaria del juzgado de Benavente. Todo con el objetivo de recabar pruebas sobre la causa de la muerte de la joven. Teniendo en cuenta que según se ha conocido la mujer presentaba aparentes signos de violencia, los investigadores valoran como principal línea de investigación el homicidio.
No obstante, se irán conociendo más datos a medida que pasen las horas, teniendo en cuenta que los trabajos sobre el terreno se han prolongado casi durante toda la madrugada. Está previsto que la autopsia se realice este viernes a partir de las cuatro de la tarde y dada la complejidad del caso es probable que el sepelio no pueda celebrarse hasta la próxima semana.
Los investigadores valoran el homicidio como causa de la muerte de la joven de Castrogonzalo
Durante toda la madrugada, la investigación ha tomado pruebas relativas al caso que podrían apuntar a un posible homicidio, ya que la joven presentaba signos de violencia.
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