A las diez de la mañana y con un cielo completamente despejado, la romería del Cristo de Morales salía de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores de Morales del Vino y un nutrido grupo de vecinos que quisieron hacer caminando el trayecto que separa el centro de Morales del Vino con la ermita.
Como viene siendo habitual en los últimos años, no fue una procesión multitudinaria, pero el buen tiempo animó a más vecinos para no solo acompañar a la imagen hasta la ermita, sino también para participar con la vida romera; es decir, acudir a la pradera de la ermita, cumplir la tradición de rezar en la iglesia, reponer fuerzas con apetitosas viandas, comprar en los puestos de alimentación, juguetes, textil…
En torno a las once y cuarto, la comitiva entraba en la ermita aclamada por los romeros, que escoltaban el paso de la procesión al interior de la ermita en donde se producía la Santa Misa. A partir de ahí, una jornada repleta de actividad en la que el buen tiempo con agradables temperaturas seguro que animará a los vecinos a acudir a la cita con el Cristo de Morales durante algún momento del día.
El buen tiempo acompaña en la romería del Cristo de Morales
Pese a que la afluencia de romeros se ha reducido mucho en los últimos años, el buen tiempo animó este miércoles a muchos vecinos a acudir hasta la pradera de la ermita para pasar una agradable jornada.
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