“Un celíaco lo ha sido siempre y lo será hasta que se muera”

Se trata de una enfermedad que no afecta exclusivamente al aparato digestivo, sino que también puede hacerlo a otros órganos. En los últimos tiempos, el día a día en casa se ha vuelto sencillo, pero fuera sigue siendo complicado.

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Este domingo, 27 de mayo, se celebra el Día Nacional del Celíaco para tratar de luchar y reivindicar los derechos del colectivo celíaco, conformado por todas las personas que sufren una intolerancia al gluten, una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales.

Patricia García, presidenta de la Asociación de Celíacos de Castilla y León (Acecale), explica a este periódico digital que el colectivo celíaco está integrado por personas que padecen “una enfermedad crónica” que, si bien al principio “se consideraba que afectaba al aparato digestivo” pero que se ha descubierto “que puede afectar a otros muchos órganos”, siendo una enfermedad isquémica, ya que su cuerpo “no está preparado para asimilar el gluten”.

Por ello, “muchas veces lo que se entiende es que no podemos tomar pan o cereales”, prosigue Patricia García, si bien explica que “el problema es que muchos alimentos incluso lo llevan como aditivo”, especialmente debido a las nuevas tecnologías de fabricación de productos.

Así, “es complicado saber sin ningún problema” qué alimentos pueden consumir, lamenta la presidenta de Acecale. En principio, los que en la naturaleza no llevan gluten, los pueden consumir sin problemas, si bien puede que “en función de la marca” se hayan o no contaminado en la producción, o lo lleven como aditivo. Mientras que hay otros productos que no podrían comer “en ningún caso”.

El día a día, en casa, “es cuestión de seguir hábitos”, pero fuera se complica

La presidenta de Acecale asegura que “el día a día, en casa, es cuestión de seguir hábitos”, especialmente de alimentación, por lo que “no es tan complicado, es costumbre”. Sí que se complica “salir fuera, ya que la sociedad no está preparada para adaptarse a las necesidades que tenemos”.

Y es que para los celíacos les puede suponer un problema comer fuera “no sólo en restaurantes, sino también en otros sitios como comedores escolares o universitarios u hospitales o en general, puesto que la gastronomía se ha vuelto una parte muy importante de la cultura, protagonizando muchas fiestas populares en las que el colectivo no puede participar, como “fiestas populares, paelladas, casetas o pinchos gastronómicos”.

Sí es verdad que, en los últimos 10 años, “la oferta de productos ha evolucionado”, recuerda Patricia García, existiendo una gran variedad diferente de alimentos “y cada vez más parecidos, en sabor y textura, a los productos con gluten”.

Sin embargo, estos productos específicos son “más caros”, y la presidenta de Acecale pone el ejemplo de un paquete de pasta, cuyo precio puede ascender hasta los tres euros. “Esto, en productos de primera necesidad, se vuelve un asunto complicado”, ya que mina de gran manera el poder adquisitivo, lamenta Patricia García.

La enfermedad celíaca se diagnostica a “cualquier edad” y cada vez hay más casos

La presidenta de Acecale recuerda que la enfermedad celíaca “se puede diagnosticar a cualquier edad” desde un niño hasta un adulto. Algo que se ha descubierto hace relativamente poco, porque “hasta hace unos años, se pensaba que era cosa de niños, pero ahora sabemos que no, que puede desarrollarse en cualquier edad y momentos”.

“Hay personas asintomáticas durante un largo período pero luego el cuerpo reacciona ante el gluten”, explica Patricia García, “y cuando tienen esos síntomas, se les diagnostica la patología”.

Pero no se queda en la intolerancia al gluten, sino que una persona que está mala y no se le ha diagnosticado puede haber desarrollado otros problemas de salud relacionados, como gastritis crónica o colon irritable, por lo que “han estado tomando gluten y tienen no sólo la enfermedad, sino una complicación o enfermedad asociada”. Por ello, lo ideal es detectarla cuando se es un niño y se muestran los primeros síntomas.

Los celíacos, cuya predisposición genética tiene bastante influencia, no tienen cura, se es toda la vida “independientemente de cuando se le diagnostique”. Así, un celíaco “lo ha sido siempre y lo será hasta que se muera”, por lo que el único remedio es llevar una dieta sin gluten. Además, los casos van en aumento, gracias también a los “nuevos sistemas de diagnóstico y a que es una enfermedad más conocida”.

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