Los peques del Sagrado Corazón alegran la vida de los mayores de Zamora

La actividad está enmarcada dentro del proyecto “Los exploradores del tiempo".

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Más de 150 alumnos de la Etapa Infantil del colegio Sagrado Corazón de Jesús de Zamora, sus profesores y algunos padres han obsequiado hoy a los usuarios de la Residencia de Ancianos del Amor de Dios con el invento denominado “el jarabe de la felicidad”. Se trata de la creación solidaria ganadora dentro del proyecto “los exploradores del tiempo”, con el que nuestros niños han descubierto la evolución del hombre desde su existencia y los inventos que éste ha diseñado para satisfacer sus necesidades.

El jarabe de la felicidad consiste en una botella mágica con brillos de purpurina que al agitarlo te produce tranquilidad y alegría.

Gracias a sus mentes sin límites, los escolares de Infantil se han convertido en pequeños inventores. El centro, en colaboración con las familias, ha organizado una exposición y el concurso de pintura “Invento Solidario” en el que todos ellos han creado un artilugio para ayudar a las personas mayores de nuestra ciudad. Los ganadores han visto cómo sus creaciones se han materializado en su afán de ayudar a los abuelos que tan presente tienen siempre.

En el colegio Sagrado Corazón de Jesús de Zamora, al igual que en los centros de la congregación de Hermanas del Amor de Dios de España, la apuesta va dirigida a la innovación educativa comenzando por la estimulación temprana desde el Aula de 2 años y trabajando las Inteligencias múltiples a través de sus proyectos educativos. Éstos se apoyan en una metodología activa basada en el descubrimiento y con la que los niños son los verdaderos protagonistas a través de un aprendizaje significativo y vivencial.

Como culmen del proyecto, el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha bajado a saludar a todos los niños en la Plaza Mayor, donde ha recibido de manos de los profesores de Infantil el “jarabe de la felicidad”. Además, ha conocido de primera mano el invento ganador, el “banco-semáforo”, que trata de aliviar la espera de los mayores a la hora de cruzar la carretera en nuestra ciudad. El alcalde ha estudiado la viabilidad del proyecto, y “aunque el invento es muy bueno, hay que cumplir las normas y no se pueden poner bancos junto a los semáforos, pero sí en el entorno de la residencia de mayores que habéis visitado esta mañana”, explicó a los niños junto a la Casa de las Panaderas. Además, animó a todos los pequeños a que le envien "todos aquellos dibujos e ideas que estudiéis en el cole”.


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