Ecologistas en Acción Zamora cuestiona la nueva autorización de caza del lobo

Ecologistas en Acción Zamora cuestiona la reciente medida de la Junta de Castilla y León, de incluir al lobo en la nueva Orden anual de Caza. “Esta decisión no respeta la última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, máxima autoridad jurídica de la comunidad, que prohíbe la caza del depredador”.

 La Junta y las organizaciones agrarias pedirán al Ministerio el cambio de régimen del lobo
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En mayo de 2018, una nueva sentencia del TSJ de Castilla y León declaró nulo en su totalidad el Decreto donde se desarrollaba el Plan de Gestión del lobo y lógicamente los cupos trianuales de caza que establecía este documento. Esta sentencia solicitaba la paralización cautelar de la caza del lobo en el norte del Duero debido a que, este modelo de gestión, basado en cupos trianuales sin disponer de argumentos demográficos sólidos, podría suponer “perjuicios de imposible o difícil reparación” en las poblaciones de lobos. A pesar de esta y de otras sentencias judiciales anteriores, la Junta de Castilla y León ha vuelto a incluir al lobo en el listado de especies cinegéticas tal como ha publicado la nueva Orden de Caza (ORDEN FYM/728/2018 de 25 de junio).

“Desde EEA Zamora nos oponemos a esta decisión que por un lado contraviene la decisión del TSJ y supone una absoluta falta de respeto a la justicia. Además, consideramos que este modelo de gestión es negativo para las poblaciones zamoranas de lobo y carece de justificación. Recordemos que la caza de ejemplares es una medida que la Junta utiliza como “solución” para reducir la conflictividad con el sector primario. Pero curiosamente, en la temporada 2017‐18 en el noroeste de Zamora ‐una zona donde la coexistencia entre el sector ganadero y el lobo suele ser envidiable y donde apenas existe conflictividad por ataques al ganado‐ se autorizó la caza de 38 lobos (15 en Sanabria, 9 en la Culebra, 7 en los cotos de Aliste y 7 en Benavente/los Valles)”, exponen.

Además, a juicio de Ecologistas en Acción, “la Junta de Castilla y León no ha evolucionado en las últimas décadas en su modelo de gestión del lobo. Sigue autorizando la caza de este cánido como medida “única” para minimizar los daños al ganado sin potenciar en absoluto los métodos de prevención de los rebaños; recordemos que el uso de apriscos, perros o pastores son métodos pacíficos, no letales, muy efectivos y además muy aceptados socialmente. De igual modo, mantiene una misma filosofía de indemnizaciones para todos los ganaderos (cobran lo mismo los que utilizan sistemas preventivos y los que no).

Por otro lado, siguen argumentando desde la asociación: “Aunque el Consejero de Medio Ambiente defienda hasta la saciedad el mantra de que las batidas son esenciales para la supervivencia de la especie, desde EEA consideramos que es un argumento obsoleto y fácilmente desmontable. Las poblaciones de lobos del norte del Duero en Castilla y León no necesitan un cupo de caza de más de 400 ejemplares cada tres años para sobrevivir, sino todo lo contrario. Como recomiendan numerosos estudios científicos, los problemas genéticos derivados de la histórica persecución que ha sufrido esta especie en los últimos siglos, los nuevos problemas de conservación o la enorme fragmentación del territorio con infraestructuras lineales no hacen recomendable la captura de ejemplares”.

Entienda también Ecologistas en Acción que “la Junta de Castilla y León no persigue el furtivismo que sufre esta especie, que recordemos es la principal causa de mortalidad, en ocasiones con valores hasta siete veces superiores a las bajas que supone la caza legal. Recordemos además, que una de las modalidades de caza que autoriza la Junta en los cotos (aguardos con cebo cárnico para atraer a los lobos) son un verdadero coladero de lobos heridos y cazados furtivamente con armas de fuego”.

“En otro orden de cosas, iniciar un periodo hábil de caza de esta especie el 1 de Septiembre supone una decisión perversa y una enorme irresponsabilidad que afecta a las manadas en plena época reproductora y supone con frecuencia, la muerte de ejemplares imprescindibles para la supervivencia de los lobeznos. La Junta de Castilla y León se aleja, una vez más, de la realidad y de la situación de esta especie, antepone el interés personal de algunos técnicos al interés general de una sociedad cada vez más comprometida y sensibilizada con este especie y se somete nuevamente a la presión de determinados sectores de presión que le aportan votos en las elecciones. Una vez más, el lobo se está gestionando por intereses electoralistas olvidando su importancia ecológica, científica, cultural, estética, simbólica o de desarrollo rural y económico, como ya ocurre en la Sierra de la Culebra. Además, la caza del lobo supone eliminar un depredador efectivo que controla al jabalí, una especie que genera problemas en algunas zonas de cultivos y que además, está involucrada en numerosos accidentes de tráfico en las carreteras zamoranas”, finalizan en el comunicado.

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