Eran las 20:00 cuando en un lugar tan especial y emblemático como la sede de la Fundación Rei Afonso Henriques, Juan Eugenio Belandria iniciaba una nueva edición de la Vuelta a Zamora con el dorsal 156.
Tras él, 120 ciclistas recorrían los sinuosos 4 kilómetros que dieron más de un susto a alguno de los deportistas. La rampa final en San Cipriano marcaba las diferencias entre unos y otros ciclistas.
Sería Joan Martín Benassar quien con 5’02” marcaría un tiempo prácticamente imbatible hasta que Francisco García marcaba un descomunal 4’ 59” con una media de más de 48 kilómetros por hora. Eran varios los ciclistas que se acercaban al tiempo de García pero no lograban batirlo y conseguía de esta manera hacerse con la victoria en el prólogo de una carrera que afronta cuatro etapas apasionantes.
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