Una enfermedad crónica y desconocida. Así es la EII (Enfermedad Inflamatoria Intestinal), una patología de carácter inmunológico que engloba la Colitis Ulcerosa, que afecta la pared del intestino grueso, y la enfermedad del Crohn, la cual se extiende por cualquier parte del aparato digestivo.
La causa de ambas enfermedades se desconoce en la actualidad, aunque existen factores ambientales o genéticos que pueden actuar en el desarrollo de esta alteración que todavía no tiene cura.
ACCU Zamora es la asociación que representa a los pacientes de estas enfermedades por toda la provincia y que cuenta con alrededor de un centenar de afiliados a su comunidad. Una asociación que nació hace ya tres años con la idea de amparar tanto a los pacientes como a los familiares.
Informar, visibilizar, apoyar y prevenir son los cuatro objetivos que desde la agrupación de enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de Zamora quieren inculcar en sus socios que abarcan todas las edades y que cada vez está creciendo más en la zona.
Según datos ofrecidos en el último año por ACCU Zamora, en torno a 500 pacientes se ven afectados en toda la provincia por alguna de las dos enfermedades. La mayor parte de ellos pertenecen a personas mayores de 40 años y en menor medida comprende edades entre los 16 y 39 años. También hay que destacar que existe un número reducido de casos en los que se diagnostica la enfermedad a enfermos antes de los 15 años.
Las edades sobre las que se suele hacer el primer diagnóstico de la enfermedad rondan entre los 16 y 30 años. Es por ello que en ACCU Zamora han creado una sección íntegra para ayudar y apoyar los más jóvenes que sufren este tipo de enfermedades, puesto que en España son casi 200 los jóvenes menores de 18 años que padecen alguna de estas patologías, según la asociación.
Los principales síntomas que originan estas patologías suelen ser las mismas para ambas y entre ellas están el dolor abdominal, cansancio, diarreas, aftas bucales, anemia o pérdida de peso que se suelen dar en diferentes brotes, aunque varían dependiendo de cada caso.
Los tratamientos dependen del desarrollo de la enfermedad en cada paciente y el avance de los mismos, aunque suelen ser similares en ambas enfermedades. El 90% de los afectados necesitan receta farmacológica, a pesar de que en la actualidad se están usando los tratamientos biológicos y probióticos.
Desarrollar una vida sana es de vital importancia para conseguir una buena calidad de vida, la cual no solo afecta a los pacientes, sino que también repercute mucho en el entorno familiar. También el diagnóstico precoz ayuda a que el tratamiento sea mucho más eficaz en la persona y la enfermedad sea más llevadera.
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