Estudios coinciden en la eficacia de la inmunoterapia para tratar los tumores de mama agresivos

Tres proyectos de investigación en Madrid, Salamanca y Albacete, financiados por la Fundación CRIS Contra el Cáncer y que pretenden encontrar terapias efectivas para los tumores de mama más agresivos, coinciden en otorgar efectividad a la inmunoterapia para lograr este propósito.

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Además, CRIS ha reinvindicado la importancia de la investigación como "única esperanza" de las mujeres, "un 20 por ciento, que no se curan porque no existe un tratamiento adecuado" para su cáncer. "Por esas mujeres CRIS alza la voz, para que todos nos unamos y apoyemos la investigación", ha indicado la directora de la fundación, Marta Cardona.

En cuanto a las novedades en cáncer de mama en Salamanca y Albacete, CRIS financia desde hace 6 años el proyecto 'Cómo combatir la resistencia a tratamientos antitumorales en cáncer de mama', que cuenta con 350.000 euros, gracias al apoyo de los socios. Está desarrollado conjuntamente en la Unidad de Investigación Traslacional de la Universidad de Castilla-La Mancha y el Hospital Universitario de Albacete y el Centro de Investigación de Cáncer de Salamanca.

A cargo de los doctores Alberto Ocaña y Atanasio Pandiella, durante el último año han desarrollado un Proyecto de Inmunoterapia en tumores de mama triple negativo, un tipo de tumor de mal pronóstico y actualmente sin una terapia específica. En él que se han utilizado las herramientas de análisis molecular y genético "más innovadoras" para identificar elementos en la superficie de las células cancerígenas que las distingan de las sanas.

En consecuencia, ha permitido la identificación de tres posibles dianas a las que dirigir los anticuerpos cargados con fármacos específicamente diseñados para atacar a las células malignas. Se trata de "una suerte de misil teledirigido cargado con el fármaco específico que puede terminar con la célula tumoral".

"Nuestro trabajo trata de optimizar las terapias basadas en el sistema inmune para atacar a las células tumorales. En concreto, hemos trabajado en investigaciones encaminadas a determinar por qué algunos tumores se vuelven resistentes a los llamados 'Antibody-Drug Conjugates' (ADCs, por sus siglas en inglés), tales como el trastuzumab-emtansina".

Sin embargo, este trabajo trasciende al fármaco porque puede resultar útil para comprender los mecanismos de resistencia a los ADCs "que usan formas de matar a las células tumorales que son compartidas. Otro de los aspectos que más estamos estudiando dentro del campo de los ADCs es el estudio de nuevas dianas para este tipo de fármacos", ha indicado, por su parte, el doctor Ocaña.

"En este sentido, es importante identificar proteínas de la membrana de la célula tumoral que sean abundantes en dichas células. Estas proteínas son una magnífica diana frente a la cual desarrollar ADCs. En estos momentos estamos valorando la validez de atacar ciertas proteínas mediante esos fármacos, y que se encuentran expresadas en las células tumorales", ha completado.

AVANCES EN MADRID

En referencia a Madrid, CRIS colabora también con un proyecto desarrollado por el Grupo de Investigación Clínica de Cáncer de Mama del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderado por el doctor Miguel Quintela. Este proyecto se centra también en el cáncer de mama triple negativo. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista 'Nature Communications'.

En una célula, las encargadas de realizar todas las funciones son las proteínas. Entre sus funciones se encuentran controlar la división celular, mover elementos de un sitio a otro de la célula, acumular o utilizar los recursos, etc.

Según las necesidades, muchas de estas proteínas pueden estar activadas o inactivadas por un proceso llamado fosforilación, equivalente a pulsar un interruptor. La fosforilación de unas u otras proteínas, por tanto, puede definir el comportamiento de las células y viene controlado por unas proteínas especiales llamadas kinasas.

El grupo del doctor Quintela ha identificado que en los tumores de mama triple negativos existen seis kinasas cuya mayor actividad está relacionada con un mayor riesgo de recaída. Esto supone un enorme avance que puede permitir predecir con mucha mayor precisión el desarrollo clínico de los tumores de estas pacientes.

Además, estos investigadores han podido comprobar en modelos de laboratorio que la combinación de tratamientos contra estas kinasas puede ser efectiva para combatir las células tumorales de los casos más agresivos de este tipo de cáncer de mama.

"La revolución de la genómica ha sido muy útil para distintas patologías tumorales, encontrando una serie de alteraciones que por sí solas parecen condicionar la evolución clínica, como la respuesta, pronóstico, resistencia, supervivencia, etc., de pequeños subgrupos de tumores", ha explicado Quintela.

"Sin embargo, dentro del cáncer de mama, seguimos prácticamente como antes de la revolución de la genómica", ha lamentado. "De hecho, quizá más desconcertados, puesto que los grandes análisis de consorcios internacionales de cánceres triples-negativos han revelado que prácticamente cada paciente tiene unas alteraciones únicas", ha agregado.

Acerca del proyecto, ha declarado que "la parte más interesante es que fuimos capaces de determinar que el estado de seis kinasas, encendido o apagado, era suficiente para predecir el estado funcional de un tumor dado, y, por ende, su pronóstico. Las pacientes que tenían los seis interruptores apagados estaban libres de enfermedad a 12 años en más del 95 por ciento de los casos, mientras que las pacientes que tenían uno o más de estos interruptores encendidos veían su riesgo de recaída metastásica multiplicado por diez", ha explicado.

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