Movilla aprueba con nota en su primer encuentro como técnico del Zamora en el Ruta de la Plata. El Zamora tumbaba este domingo al líder, la Arandina, que llegaba al municipal zamorano con una racha imperial de 21 triunfos y 1 empate en los últimos 22 duelos de liga regular en el Grupo VIII de la Tercera División. Los burgaleses tenían la vitola de equipo invencible y el Zamora se encargó de dinamitarla con un encuentro en el que rindió a un nivel muy alto, no en juego pero sí en corazón, en coraje, en intensidad y en cada acción dividida.
Ninguno de los equipos plasmó sobre el césped el juego que sabe ni quiere. No era un día para hacer un juego brillante, ni combinativo. Era un día para ir a una guerra deportiva y por eso Movilla apostó por reforzar la parcela ancha con Fer. Así el equipo no fue inferior en la medular y ofreció batalla ante un oponente muy duro, con jugadores de mucha calidad y con una ofensiva versátil capaz de jugar al pie, pero sobre todo capaz de dominar el juego aéreo y las segundas jugadas.
La primera mitad no tuvo dominador claro, las ocasiones fueron escasas y los porteros apenas tuvieron que intervenir. La más clara de la Arandina llegó en un remate de cabeza tras un córner, y el balón se marchó rozando el poste. La más clara del Zamora también fue en un córner. Pese a que los rojiblancos tuvieron algún acercamiento fruto de la velocidad de Garban, Sergio y David, fue en un saque de esquina en el minuto 41 cuando llegó el gol. Ramos puso el córner, el primer remate lo detenía Carmona con una parada brutal, pero en el rechace Asiel fusilaba al arquero para poner al equipo por delante.
Con ese 1-0 se iniciaba una segunda parte en la que el Zamora comenzó con la intención de sentenciar y pudo hacerlo Sergio García, pero poco a poco la Arandina se imponía y metía a los rojiblancos en su campo. Los pupilos de Movilla buscaban alguna contra que no llegaba y los visitantes apretaban, aunque no llegaban a disponer de ocasiones claras de peligro real. El banquillo se movía en ambos planteles y el decorado no cambiaba. La Arandina apretaba y el Zamora aguantaba sin recibir ocasiones claras.
Así se alcanzaba el final del encuentro, con más incertidumbre en el ambiente que peligro real, el Zamora conseguía una victoria importantísima, que le mete en play off, le pone a tres puntos del liderato y puede servir de punto de inflexión y de comunión entre el equipo y una afición que se marchó encantada con el esfuerzo de los suyos.
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