Sanidad firma convenio con industria alimentaria y de bebidas para reducir 10% en azúcar en 2020

Ha suscrito un convenio con casi 400 empresas alimentarias y de bebidas para reducir las grasas y sal.

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El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha suscrito 20 convenios con 398 empresas alimentarias y de bebidas para reducir, de media, un 10 por ciento de azúcar, grasas saturadas y sal en sus productos de aquí a 2020.

Los compromisos engloban a más de 4.000 alimentos y bebidas de 13 grupos diferentes: bebidas refrescantes, bollería y pastelería, cereales de desayuno, cremas, derivados cárnicos, galletas, helados, néctares de frutas, pan especial envasado, platos preparados, productos lácteos y salsas.

El objetivo es reducir la sal en un 16 por ciento, un 5 por ciento en grasas trans y un 10 por ciento de los derivados cárnicos, como jamón cocido extra, pechuga de pavo, salchichón o chorizo. Igualmente, se pretende disminuir la cantidad de sal en patatas fritas, aperitivos salados o platos preparados en más de un 10 por ciento.

En grasas saturadas, las 398 compañías firmantes se comprometen a bajar un 10 por ciento su contenido en patatas fritas, palomitas de microondas o 'nuggets'; y en un 5 por ciento en galletas y rosquillas y bollos.

Por último, en azúcar añadido, destaca una reducción de un 18 por ciento en mayonesas, 10 por ciento en productos lácteos como yogures y batidos, y 5 por ciento en cruasanes, kétchup o pan de molde.

En total, son cinco grandes sectores de empresas las adheridas a los convenios del plan: fabricación, distribución, restauración colectiva, restauración moderna y distribución automática (vending).

Adhesión voluntaria

La Agencia Española de Alimentación y Nutrición (AESAN), dependiente de Sanidad, será el organismo encargado de realizar un seguimiento de las adhesiones voluntarias acordadas y monitorizar su cumplimiento. En "unos días", los acuerdos se colgarán en la web de la AESAN y se publicarán en el BOE.

"Este enorme esfuerzo de la industria es un hito, un paso muy importante. Un paso más para conseguir una alimentación más saludable. Podemos estar orgullosos de nuestras empresas, que muestran responsabilidad con la salud. El plan tendrá un impacto muy significativo en la composición nutricional", ha indicado la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo.

La ministra ha justificado que las dietas poco saludables "causan más muertes y enfermedades en todo el mundo que el consumo de alcohol, tabaco y drogas". Además, ha incidido en que la obesidad y la mala alimentación afecta más a las rentas más bajas, por lo que uno de los objetivos del plan es "combatir las desigualdades en salud".

Los convenios están enmarcados en la Estrategia de Nutrición, Actividad Física las más altas de Europa: el 54 por ciento de adultos tiene sobrepeso y el 17 por ciento es obeso. Entre niños, los datos se sitúan en 40 y 18 por ciento, respectivamente.

Dentro de NAOS, Sanidad anunció en noviembre la progresiva implantación del nuevo etiquetado nutricional NutriScore, así como el refuerzo del Código de Publicidad de Alimentos y Bebidas dirigida a menores (Código PAOS), por el que la industria se autorregula. "El Código PAOS es claramente insuficiente, necesitamos vuestro compromiso. Esperemos que esto sea el comienzo de una larga amistad", ha concluido Carcedo.

"La industria de alimentación y bebidas están en plena sintonía con los ejes de acción de la estrategia NAOS en la promoción de estilos de vida saludables. Como actor destacado económica y socialmente, mantenemos un papel muy activo en la mejora del bienestar y la salud de la población", ha señalado Tomás Pascual Gómez-Cuétara, presidente de Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), quien ha ratificado dicho convenio junto con la ministra y Faustino Blanco, secretario de Sanidad, Consumo y Bienestar Social del Ministerio.

Industria láctea: Menos azúcar añadido

El acuerdo también ha sido ratificado por la Federación de Industrias Lacteas (Fenil), que se ha comprometido a una reducción de al menos un 10 por ciento de azúcares añadidos en productos de consumo habitual y una media de un 5 por ciento en productos de indulgencia. La reducción será sobre azúcares añadidos, ya que en varios grupos de alimentos existe una proporción de azúcares que está presente de manera natural, que no se pueden modificar. En el etiquetado nutricional aparecen azúcares totales, que representan el azúcar naturalmente presente más el que se pueda añadir.

"La industria láctea lleva ya muchos años reformulando sus productos e incrementando la cantidad de categorías existentes sin azúcares añadidos. Prueba de ello, es la reducción de más del 5 por ciento de azúcares añadidos conseguida entre el 2010 y el 2015", ha señalado su presidente, Javier Rozas.

Esta reducción de azúcar añadido, comprometida para 2020, implica un cambio en la composición de los productos que no solo afecta al sabor, sino también a la textura. Se ha comenzado el cambio sobre 13 categorías de productos lácteos (unos 300 productos en total entre varios tipos de yogures, batidos y postres lácteos), de las que siete se consideran de consumo habitual.

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