El registro de la jornada laboral beneficia "tremendamente" al trabajador y podría poner fin a los abusos de las horas extra

Algunos de los sectores que saldrán más beneficiados serán la industria, la construcción o la hostelería. Además, los sindicatos creen que las empresas no están conformes con la medida, y calculan que si se terminase con las horas extraordinarias se podría contratar a 1,4 millones de personas más.

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El Real Decreto-ley 8/2019 contra la precariedad laboral establece una serie de medidas de protección social para desempleados y trabajadores. Una que afecta en gran medida a estos últimos son las disposiciones dirigidas a establecer una el registro de la jornada de trabajo “a los efectos de garantizar el cumplimiento de los límites en materia de jornada”.

Una medida que, para los sindicatos, es “tremendamente positiva”, algo “fundamental” porque han sido “innumerables denuncias a la inspección de trabajo” de que no se cumplían los horarios laborales. De hecho, recuerdan que la Dirección General de Trabajo y Riesgos Laborales de Castilla y León ha hecho siempre mucho hincapié en controlar el horario de los trabajadores “porque eran conscientes de la gran cantidad de contratos a tiempo parcial que se convierten en contratos a jornada completa” o, que incluso siendo completa, sobrepasan el límite de 80 horas extraordinarias establecidas como máximo en el Estatuto de los Trabajadores.

Un Estatuto de los Trabajadores que CCOO pretende ya no reformar ni revertir sus cambios de 2012, sino formular uno nuevo en el que se recoja “la realidad del mercado laboral en la actualidad”, algo que se ha comenzado a hacer con este Decreto ley contra la precariedad laboral.

De momento, ese registro de la jornada laboral no está establecido cómo tendrá que regularse, aunque desde algunos sindicatos creen que se aplicará de manera estatal para “que el control y la regulación sea de manera conjunta”, si bien dependerá de los sectores y de la actividad, por lo que podríamos ver “unos donde se aplicase con mayor inmediatez y otros en un mayor período de tiempo”, explica desde CCOO.

Beneficioso para sectores como la construcción, la industria o la hostelería

Estiman que, salvo en la Administración Pública, sigue habiendo jornadas de trabajo “descontroladas” en todos los sectores, y considera que algunos de los que saldrán más beneficiarios serán los trabajadores de la industria (donde mayor cantidad de horas extra se realizan) o la construcción, que no termina de ser un sector estable y depende mucho de la estacionalidad.

En este último, de manera histórica “el control de los trabajadores ha sido dificultoso”, algo que también ocurre en otros sectores que se beneficiarán como el sector servicios, la hostelería, la limpieza, el mantenimiento o los comercios, “que no tienen ningún control de descanso diario”, por lo que la necesidad es “tremenda”.

Otros empleados que podrían verse favorecidos con el registro de la jornada son los de los medios de comunicación o los del transporte, ya no de mercancías, puesto que con el tacógrafo se puede controlar, al menos, el tiempo de conducción, aunque sería necesario regular las largas estancias fuera de casa, valoran, sino los de vehículos de menos de 3.500 kilos, que son muchos “y no hay control de horario o jornada”.

Desde CCOO consideran, además, que esta medida no es del agrado de las empresas, y que muchas patronales han buscado entorpecer el Decreto ley para que no saliera hasta las elecciones y poder echarlo para atrás si se produce un cambio de Gobierno. Pero ahora se ha conseguido, “y siempre pasa lo mismo, hay que ser capaces de llevarlo a cabo y de establecer mecanismos de control efectivo que propicien un cumplimiento real” y no se quede sólo en la teoría.

Una mayor rigurosidad en la empresa privada, aunque también se dará en la administración pública

El control de la jornada se dará en todo el ámbito laboral, si bien hoy en día ya existen unos mayores controles horarios en la administración pública, por lo que se dará una mayor rigurosidad en las empresas privadas.

Para instaurarlo (el 12 de mayo es la primera fecha prevista) se establecerá un período de carencia en la medida que se deben instalar los mecanismos informáticos que sean suficientes para controlar, también en la administración pública, donde se da la circunstancia que a veces se ficha en un ordenador o en una hoja de firmas. Eso permite un control horario, “pero se pretende que sea más riguroso”, detallan desde CCOO.

Respecto al trabajo telemático, que se da en muchas empresas informáticas o en las que trabajan las nuevas tecnologías o la comunicación, el control se podría hacer a través de un registro de un terminal de ordenador. “Tiene sus lagunas en cuanto a quién enciende o quién no, pero hay reconocimientos mucho más evidentes” que se deben desarrollar en estos meses.

También se debe valorar el puesto de trabajo a la hora de controlar, porque algunos son empleos que se realizan de una manera diaria y otros de manera semanal en función de la actividad. Y para trabajadores comerciales o del transporte “habrá que ver cómo se comienza y se termina sin tener que pasar por el centro de trabajo para justificar que se sale y que se entra”.

Eso sí, insisten en que hay aplicaciones y mecanismos que pueden ser efectivos para controlar esas jornadas de trabajo, aunque hay que ser muy vigilantes porque “quien hace la ley, hace la trampa”, y el control debe producirse de manera real “y que no sea un paripé sin efectividad”.

Si se acabase con todas las horas extraordinarias se podría contratar a casi un millón y medio de trabajadores más

Esta propuesta del control de la jornada laboral siempre ha estado justificada para los sindicatos, puesto que incluso las inspecciones de trabajo tienen dificultades para demostrar que una jornada a tiempo parcial es tal y no completa. “Lo digo por lo que he vivido, y muchas veces el trabajador no reconocía hacer más horas por no perder su empleo”, lamentan, una situación que podría tener sus horas contadas.

Y es que el hecho de controlar “es un tremendo beneficio para regular todo lo que hasta ahora ha estado sin control ninguno dentro del ámbito de trabajo”, como por ejemplo el superar el número máximo de horas extraordinarias permitidas.

Por supuesto que habrá, precisamente por esto, trabajadores en desacuerdo, porque impedirá la realización de muchas horas extra que supone una mayor remuneración, aunque también se pueda producir en ‘B’.

Sin embargo, desde CCOO siempre se han posicionado en contra de las horas extra “porque cada 8 horas, es un puesto de trabajo que se pierde”, aclaran, y concretan que según datos de la Organización Internacional del Trabajo, con el número de horas extra que se realizan en España se podría contratar a cerca de 1,4 millones de trabajadores.

“No es que no haya trabajo, es que está mal repartido”, continúan desde CCOO, que resaltan que un país con una alta tasa de desempleo, como es España, “no se puede permitir perder tantos trabajadores”, que son necesarios para mejorar la situación del mercado laboral. Así que, por último, sería una medida efectiva contra el desempleo.

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