Críticas al nuevo borrador de enseñanzas bilingües: “Es una huida hacia adelante que asegura mediocridad”

La Asociación Enseñanza Bilingüe considera que el borrador carece de los requisitos necesarios para que el programa aspire a “un mínimo de excelencia”.

 Clase aula alumnos salamanca
Clase aula alumnos salamanca

La Asociación Enseñanza Bilingüe ha salido al paso del borrador de la Orden de la Consejería de Educación de Castilla y León que regula estas enseñanzas en centros sostenidos con fondos públicos de la comunidad en Infantil, Primaria y Secundaria.

Al respecto, tras el análisis del documento, dicen, se suman a la declaración de otras organizaciones sindicales en la recomendación de la retirada del mismo por "razones vinculadas a la escasa calidad del programa que la citada Orden propone".

A su juicio, desde 2006 se ha venido desarrollando un modelo basado en la organización de enseñanzas bilingües bajo el modelo de sección, es decir afectando solamente a una parte de los alumnos de cada centro, y en distintas etapas educativas. Esto, comentan, suponía una "fragilidad e inconsistencia del modelo" que, además, "empeoró aún más tras la aprobación de una Orden en el año 2012 que permitía a la Consejería de Educación establecer de oficio secciones bilingües en centros públicos".

Ante ello sí reclamaban un nuevo modelo de enseñanza bilingüe pero el borrador "no parece reunir las condiciones necesarias para generar las transformaciones que el modelo de enseñanza bilingüe de Castilla y León requiere".

Entre las razones que esgrimen destacan que la redacción resulta de gran complejidad frente a un programa que "tiene que ser sencillo y por lo tanto fácil de entender y de aplicar". Por otro lado, insisten, mantiene el modelo de secciones ya criticado con "bilingües, bilingües de currículo integrado y bilingües de currículo mixto" a los que se añaden "programas de enriquecimiento y profundización” que desde el año 2017 permite a algunos centros impartir determinadas materias en lengua extranjera y “otros programas” hasta ahora desconocidos.

Critican, asimismo, una escasa calidad, así como el problema que ven de que "la impartición de áreas o materias de forma parcial es una garantía de fracaso de cualquier programa bilingüe", de manera que un mismo profesor imparta clase en dos idiomas a un mismo grupo no es beneficioso para alcanzar un buen nivel.

También se quejan de la oferta para Infantil, "difícilmente considerada como enseñanza bilingüe" y de las diferencias en Primaria y Secundaria según los centros, así de como las expectativas con las que se cuentan al final de cada etapa educativa, "a todas luces insuficientes y reflejan la nula confianza en el programa".

"El programa de Enseñanza Bilingüe de la Comunidad de Castilla y León se basa en una delegación de responsabilidades que permite eximir a la administración de cualquier compromiso y hacer que toda la responsabilidad recaiga en los profesores y los centros", continúan.

Por otro lado, y como elementos positivos, destacan la voluntad de incorporar a todos los alumnos de Primaria curso a curso y de exigir el nivel C1 a los profesores que impartan docencia en un programa bilingüe, "aunque hay que valorar negativamente el plazo de cuatro años para que los docentes en programas bilingües alcancen ese nivel, así como permitir que quien no se desplace permanezca indefinidamente en su puesto con un nivel inferior al C1".

En definitiva, consideran el borrador una "huida hacia adelante que no incorpora los requisitos de un programa bilingüe que aspire a un mínimo de excelencia y solamente puede asegurar mediocridad y baja calidad".

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