Durante la tarde de este viernes una dotación de bomberos y la arquitecta municipal del Ayuntamiento de Zamora han revisado gran parte del lienzo de muralla que va desde el aparcamiento de San Martín hasta el inicio de Trascastillo. Se trata de una parte de muralla que está prácticamente precintada en su totalidad ante los desprendimientos que se han producido en las últimas semanas y el riesgo de que puedan volver a producirse.
De hecho ese riesgo es el que ha llevado al equipo de Gobierno, a instancias del Estado, a desaconsejar la celebración del habitual botellón de Jueves Santo en esa zona al no poder garantizarse la seguridad de los jóvenes.
Los bomberos y la arquitecta municipal se han encargado este viernes de revisar el lienzo y de analizar posibles nuevos desprendimientos. Un análisis que se realizará de forma periódica para hacer un seguimiento lo más minucioso posible para tener constancia de si la degradación de esta parte emblemática de la ciudad sigue avanzando de forma tan rápida.
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