Manuel Rodríguez Zabala comenzaba su discurso recordando “el dolor” que tuvo que sufrir la Guardia Civil en el pasado, asegurando que “Es uno de los cuerpos que más ha sufrido en la historia. El pesar llegó no solo a las casas, sino también a nuestros cuarteles.
Sin embargo, el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora aseveró que ese sufrimiento sirvió para que la Benemérita consiguiera “saber de fortalezas y valores”, algo que ha provocado que en la actualidad continúe con el mismo carácter. “Hemos conseguido mantener intactas nuestras señas de identidad en el cuerpo más antiguo de España”.
Más tarde se dirigía a los condecorados, a los que quiso felicitar “por su sacrificio y servicio continuo” mientras han estado haciendo su labor profesional en la Guardia Civil. “Vuestros méritos os han hecho acreedores de estas cruces”. De cara al futuro y refiriéndose a todos los agentes, les recordaba que mantuvieran su vocación, y que siguieran ““manteniendo un servicio de calidad, un servicio cercano a los ciudadanos”.
Para terminar su intervención, quiso hacer un reconocimiento a los guardias civiles que cayeron en servicio, y pidió que el cuerpo continuara con su labor profesional en el futuro. “Que la Virgen del Pilar siga protegiendo nuestro caminar durante muchos años más”.
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