Como ya es costumbre y cita obligada, esta localidad portuguesa pone el cierre de oro a esta maestra edición.
En esta iniciativa participó Mogadouro como centro anfitrión, y los grupos de Alcañices, Riofrío de Aliste y Vinhais, en calidad de visitantes.
Los niños/as de la Santa Casa da Misericórdia y la Escola Básica de Mogadouro relizaron las labores de recepción y bienvenida.
El espectáculo de luz, color, música y artes escénicas contó nuevamente con actuaciones de folclore de territorio español y portugués, concretamente con grupos de Sanzoles, Mayalde y el coro de la escuela de Miranda do Douro, acompañados por el músico y profesor Paulo Meirinhos.
Entre obra y obra los participantes pudieron tararear y bailar música de actualidad del país vecino, compartiendo fronteras y unificando un territorio común fronterizo.
A la hora de la comida, ofrecida por la Câmara Municipal de Mogadouro, el alumnado pudo disfrutar de una jornada más lúdica, a la espera de la comunicación de distintos diplomas honoríficos, en los que se premió la originalidad, guión, representación, caracterización, interacción con la audiencia, así como mejor actor y actriz.
Desde la organización se espera haber contribuido a crear conciencia sobre la realización de este tipo de encuentros, que contribuyen en gran medida a favorecer el desarrollo y aprendizaje del alumnado de un territorio rural, en muchas ocasiones infravalorado pero dotado de grandes recursos que dar a conocer y poner en valor.
También quiso agradecer a todos los participantes su estrecha colaboración y contribución a este tipo de iniciativas “por”, “para” y “desde” el territorio rural de ambos lados de la Raya.
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