En el caso de la calle El Roble los vecinos alertaron sobre la existencia de malos olores originados probablemente por los vertidos de aguas residuales procedentes de las conducciones de las viviendas construidas en el número 4, debido a que no estaban enganchadas como debiera ser a la tubería general. El segundo de los problemas se detectó al final de la calle el Sauce donde una tubería había cedido, probablemente, por la presión de un muro de piedra que se encontraba en mal estado.
En esta caso se procedió a la elaboración de un proyecto para acometer tanto la subsanación del problema de abastecimiento como la estabilización del muro, mientras que en el caso de la calle el Roble, debido a que el problema estaba originado por una incorrecta actuación de un promotor particular, se obligó a éste a que subsanara adecuadamente la deficiencia. Como consecuencia de ello ambos problemas ya se encuentran solucionados.
En la calle el Sauce se procedió en primer lugar a la retirada del pavimento de hormigón existente junto a una tapa de registro para desmontar a continuación una parte del muro de piedra afectado, con el fin de retirar el material inestable y poder acceder al tramo de tubería dañada, sustituyéndola por otra de PVC.
Además se construyeron dos nuevos pozos de registro que delimitan el tramo de tubería renovado, se reforzó el suelo de cemento levantado con una losa de hormigón de 20 centímetros de espesor, y se procedió a reconstruir el muro utilizando las mismas piedras pero rejuntadas con mortero de cemento. El presupuesto de esta intervención ha sido de 15.000 euros.
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