Los derribos de los últimos años de los edificios que tapaban la muralla que se levanta sobre la avenida de la Feria han dejado al descubierto varias oquedades en la zona inferior del lienzo. Unas oquedades que el Ayuntamiento de Zamora siempre tapa con rejas para evitar que los ciudadanos más curiosos accedan al interior.
Son muchas las personas que tienen curiosidad por saber qué esconden esas ‘cuevas’. La última que quedaba a la luz era la que se escondía detrás del número 11. El propio alcalde de la ciudad, Francisco Guarido, explicaba este martes qué han encontrado en esa oquedad.
El primer edil explicaba que en principio no poseen un valor arqueológico de ningún tipo, aventurando que se trataría de antiguos aljibes donde se depositaba agua. De esta forma, zanjaba suposiciones e historias que parte de los ciudadanos hacen, aventurando la posibilidad de un pasadizo oculto por debajo del lienzo.
“Tras el derribo se ha procedido a tapar el agujero en la base de la muralla en el que se encuentra el acuífero”, explicaba Guarido, que reconocía que en principio no hay ningún tipo de interés arqueológico, a tenor de lo estudiado en las anteriores oquedades descubiertas.
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