David Movilla formaba de inicio con un once formado por Villanueva, Parra, Asiel, Piña, Coque, Juanan, Vallejo, Garban, Escudero, Rubiato y Valentín. Había dudas de saber qué tipo de partido por lo que podía exponer sobre el césped la Arandina y se tardó poco en comprobar que los ribereños salieron al campo a mostrarse como un equipo muy intenso en las disputas, bien armado en defensa y sobre todo muy protegido en la medular, dejando descolgado a un único arriba. Eso generó que el Zamora desde el principio tuviera la posesión del balón y empezara a llegar a la portería rival.
Un disparo de Escudero y otro de Valentín fueron los primeros avisos del equipo de Movilla. La Arandina apenas existió en la ofensiva y no tuvo ni un disparo a portería en toda la primera mitad. Por su parte, los rojiblancos estaban cómodos en defensa, dominaban la medular con Juanan y Vallejo que demuestran estar en un buen estado de forma, y con Escudero y Valentín como los jugadores más móviles en vanguardia.
El Zamora era superior pero no terminaba de reflejarse en el marcador. Hasta que pasada la media hora, dos goles en apenas tres minutos le daban una ventaja solvente a los locales. Rubiato remataba a la corta un centro de Valentín desde el perfil derecho en el minuto 34, y solo tres minutos después Valentín era el que remataba en boca de gol un pase de la muerte de Escudero.
Llegaba el descanso con un 2-0 para el Zamora que traducía a la perfección la superioridad de un equipo rojiblanco que consiguió que la Arandina pasara inadvertida durante cuarenta y cinco minutos después de cinco jornadas de un rendimiento alto con el cambio de técnico.
Tras el asueto, el Zamora se mantuvo firme en su idea, muy seguro en defensa y con mucha versatilidad arriba. Dani Hernández gozó de la ocasión más clara de ese inicio de segunda parte después de una carrera de Parra, que le cedió el pase de la muerte. El zamorano disparó al centro y el arquero le sacó el balón sobre la línea con el pie. A partir de ahí, el Zamora siguió llevando el peso del partido y acercándose a la portería rival. El colegiado anuló una diana a la Arandina por fuera de juego de Adeva y otro a Escudero, también por estar en posición adelantada.
Los técnicos movían el banquillo pero el decorado cambiaba poco. La Arandina tuvo en el tramo final la opción de meterse de nuevo en el partido con una doble ocasión que no llegó a concretar Beli. Así, los minutos pasaban y el Zamora guardaba el resultado sin mucho sufrimiento mientras los hinchas ya pensaban en la Copa del Rey.
Con este triunfo por 2-0, los rojiblancos superan el récord histórico de partidos seguidos ganando en el Grupo VIII de la Tercera División y ya lleva dieciséis encuentros consecutivos sumando de tres en tres.
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